Los dos jugadores de LDU a los que les temblaron las piernas ante Palmeiras, no pudieron ni dar un pase
En Brasil, estos dos elementos no estuvieron a la altura de una semifinal de Copa Libertadores. Se notaban muy nerviosos
No todos los jugadores del cuadro albo estuvieron a la altura de la épica victoria. En medio de una exhibición colectiva de presión y contundencia, el desempeño de algunos futbolistas, notablemente Jeison Medina, titular, y José Cuero, quien fue inconsistente y estuvo muy por debajo de las expectativas en un partido de tal magnitud.
Jeison Medina, el delantero centro encargado de ser la referencia en el ataque y el inicio de la presión alta, tuvo una noche complicada. Se percibió una falta de entendimiento con la línea de volantes, lo que se tradujo en balones perdidos y una escasa participación en la construcción de juego. En varias ocasiones cruciales, se le vio anticipado por la sólida defensa de Palmeiras, limitando su capacidad para generar peligro, un rendimiento que generó frustración en la afición.
El caso de José Cuero fue especialmente llamativo. En lugar de aportar frescura y solidez, Cuero pareció contagiarse de la tensión del partido. Los comentarios críticos señalan que sus pases fueron a menudo erráticos, mostrando indecisión o, en la jerga futbolística, que "le temblaron las piernas" ante la intensidad de la semifinal. Estos errores sencillos afectaron la posesión de LDU justo cuando el equipo buscaba controlar el ritmo.
La ineficacia de ambos jugadores no se limitó a la generación de juego. La crítica más dura se centró en los errores técnicos no forzados y el desorden táctico que llevó a un incremento de faltas. Al intentar recuperar la posición o corregir un mal control, ambos jugadores incurrieron en infracciones, algunas de ellas innecesarias, que solo sirvieron para cederle oxígeno al rival y cortar el envión ofensivo de LDU.
El pésimo rendimiento se reflejó en las decisiones del entrenador Tiago Nunes. Jeison Medina fue sustituido por Michael Estrada después de un gran desgaste sin recompensa visible, lo que pareció un cambio más por agotamiento o búsqueda de aire fresco que por lesión. En el caso de Cuero, que entró por Richard Mina, su pobre aporte en defensa y construcción también fue motivo de debate sobre su capacidad para asumir roles de tanta responsabilidad en instancias decisivas.