Malos perdedores los hinchas de Barcelona SC, esto hicieron en el Rodrigo Paz luego del baile que dio LDU

Los aficionados de BSC empezaron a destruir las bancas que están en la general sur y lanzaron a la hinchada de LDU que estaba abajo

Liga de Quito / Foto: API
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Foto de David Alomoto
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Lamentablemente, los encuentros de fútbol entre rivales históricos como Liga de Quito y Barcelona Sporting Club a menudo se ven empañados por actos de violencia y vandalismo, desviando la atención del espectáculo deportivo. La pasión que desatan estos clásicos, especialmente en el Estadio Rodrigo Paz Delgado, conocido por la localía de LDU, ha sido el escenario de comportamientos condenables por parte de ciertos grupos de aficionados. Estos incidentes, lejos de representar el sentir general de la hinchada, siembran la vergüenza y acarrean graves consecuencias para los clubes.

Uno de los episodios más sonados, y al que presumiblemente se refiere el contexto, ocurrió cuando un sector de la afición visitante, tras una derrota, desató su frustración de la peor manera. Ubicados en la general sur alta, la impotencia generada por el "baile" o la clara superioridad mostrada por LDU en su casa se transformó en un destructivo descontrol. La derrota deportiva se convirtió en vandalismo material, afectando la infraestructura del estadio.

La crónica de los hechos relata cómo, al finalizar el compromiso o durante momentos de tensión, algunos seguidores de Barcelona SC enfocaron su ira en las instalaciones. El blanco de la agresión fueron las bancas de la general sur, que fueron destruidas y arrancadas de su lugar. Este acto no solo es un delito de daño a la propiedad privada, sino que también crea un peligroso arsenal de proyectiles.

Lo más alarmante fue el uso de estos elementos como armas. Los pedazos de las bancas y otros objetos fueron arrojados con violencia hacia la tribuna inferior, donde se ubicaba la hinchada local de Liga de Quito. Este lanzamiento de objetos, que va más allá de un simple desorden, puso en riesgo la integridad física de los aficionados de LDU que estaban celebrando la victoria de su equipo.

El espectáculo de la destrucción y la agresión eclipsó el resultado deportivo. Las imágenes de las bancas destrozadas y los escombros volando por el aire se viralizaron, mostrando un lado oscuro del fervor futbolístico. Este tipo de acciones de "malos perdedores" no solo perjudica la imagen de la institución que dicen apoyar, sino que también motiva la intervención policial y las consecuentes sanciones económicas y deportivas para el equipo por parte de la LigaPro.

En definitiva, estos actos de vandalismo en el Rodrigo Paz Delgado demuestran cómo una minoría violenta puede manchar un clásico del fútbol ecuatoriano. La destrucción de propiedad y el lanzamiento de proyectiles hacia la hinchada rival son conductas intolerables que exigen un rechazo unánime y medidas enérgicas para garantizar que el fútbol sea una fiesta de paz y sana rivalidad, y no un escenario de batalla y destrucción.

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