No solo en Brasil, quisieron hacer de menos en Argentina luego que Liga de Quito eliminó a Sao Paulo en Libertadores
La prensa de ambos países dijeron que LDU solo se dedicó a defender, quemar tiempo y que solo tuvo el gol y nada más. Un despropósito total
La eliminación de un gigante brasileño en su propio estadio siempre genera un sismo informativo, pero la clasificación de Liga de Quito a las semifinales de la Copa Libertadores fue recibida en el Eje Río de la Plata con una actitud de evidente desprecio y negación. La prensa de Brasil, por el dolor de la derrota, y la de Argentina, por su histórica superioridad percibida, coincidieron en un diagnóstico despectivo: que LDU no mereció el pase y que su victoria fue producto del antifútbol.
La reacción más esperada provino de Brasil, donde la prensa local convirtió la frustración en crítica táctica. Medios como el portal Globo Esporte y el diario Lance! señalaron que el desempeño de Liga fue pobre y que la clasificación se logró mediante "tácticas de baja estofa". Argumentaron que la "U" se dedicó exclusivamente a "quemar tiempo", "hacer la plancha" y obstaculizar el ritmo del partido. La victoria, según ellos, no fue una gesta de jerarquía, sino una "suerte" basada en un gol solitario.
Esta crítica encontró un eco inmediato en la prensa deportiva argentina. Históricamente acostumbrada a ver a sus equipos dominar la Copa, el periodismo de Buenos Aires intentó minimizar el logro ecuatoriano para proteger la narrativa de la "grandeza" del fútbol sudamericano centralizado. En el popular diario Olé, la tónica fue que LDU había mostrado un juego "práctico, sí, pero mezquino", que solo se dedicó a "defender en su área" y "cortar el césped" con el reloj.
Este conjunto de críticas forma un despropósito total que ignora la naturaleza de la Copa Libertadores. Los analistas sudamericanos exigieron un "jogo bonito" o un fútbol de ataque constante, olvidando que el mata-mata es, por definición, una batalla pragmática de supervivencia. La gestión del tiempo, la solidez defensiva (personificada por jugadores como Ricardo Adé) y la efectividad quirúrgica en la única ocasión de gol, son precisamente los atributos que definen la jerarquía en este torneo.
Las voces más duras en Argentina provinieron de los programas televisivos de debate. Comentaristas en cadenas como TyC Sports dedicaron segmentos a debatir si la clasificación de LDU desmerecía el torneo, con frases lapidarias que decían que "Liga no jugó a nada" y que no había tenido más de "dos toques seguidos". De forma paralela, en Brasil, figuras de ESPN Brasil lamentaron que un equipo que "solo tiró pelotazos" pudiera eliminar a un club con el poder económico y la plantilla de São Paulo.
Al final, la respuesta de Liga de Quito a todo este ruido mediático es tan simple como contundente: el marcador y el pase a semifinales. Mientras la prensa de Argentina y Brasil se enfrascaba en debates sobre el "merecimiento" y la estética, la "U" se aseguró su lugar entre los cuatro mejores, demostrando que en el contexto sudamericano, el pragmatismo, la inteligencia táctica y la capacidad de anular al rival son formas de grandeza tan válidas como la exuberancia ofensiva.