Patético, el jugador de Palmeiras que tuvo que fingir una lesión para que LDU no lo siga bailando en el Rodrigo Paz
Un jugador brasileño tuvo que lanzarse al suelo sino el equipo de Liga les seguía bombardeando con disparos
El ambiente en el estadio Rodrigo Paz Delgado era una caldera y la intensidad del fútbol de LDU estaba "bailando" a Palmeiras en la cancha. Ante la asfixiante presión y la lluvia de remates que no daba tregua, el partido se convirtió en un tormento para el equipo brasileño, que veía cómo su estructura defensiva se desmoronaba. En medio del dominio total del equipo ecuatoriano, se produjo una de las jugadas más insólitas y criticadas de la noche, una acción que reveló el nivel de desesperación del 'Verdão' en la altura de Quito.
El protagonista de este episodio fue el arquero suplente, Carlos Miguel, quien se encontraba bajo los tres palos cubriendo la sensible baja de Weverton. Con LDU presionando y a punto de concretar una nueva embestida ofensiva, el espigado portero se lanzó dramáticamente al suelo sin que hubiera mediado contacto alguno o una atajada previa que justificara la caída. Inmediatamente, el guardameta solicitó con gestos visibles la asistencia médica, paralizando el juego ante el asombro y la indignación de los jugadores y la afición local.
Lo que hizo de esta jugada un acto "patético" fue la evidente falta de veracidad de la lesión. Carlos Miguel se tomó una parte del cuerpo, gesticuló dolor y mantuvo la escena por varios minutos, mientras el cuerpo médico de Palmeiras ingresaba al campo para atenderlo. La repetición televisiva no dejaba lugar a dudas: el arquero no había sufrido ningún golpe. La farsa fue tan clara que la misma transmisión no tardó en evidenciar el teatro montado en el área chica.
Los comentaristas de ESPN, siguiendo de cerca el desarrollo del partido, no dudaron en señalar el verdadero propósito detrás del acto: la quema de tiempo. La voz de la cadena internacional resonó con la verdad que todos veían: el portero tuvo que fingir la lesión porque LDU les estaba superando tácticamente y físicamente, sometiendo a Palmeiras a un desgaste incesante con remates constantes que ponían en riesgo el arco en cada jugada. Esta fue una medida desesperada para cortar el ritmo infernal impuesto por los 'Albos'.
La táctica, aunque antideportiva, cumplió su objetivo inmediato. El tiempo muerto permitió a Palmeiras tomar un respiro. Los jugadores del 'Verdão' pudieron reunirse, recibir instrucciones de su cuerpo técnico y, más importante aún, reordenar sus líneas defensivas que estaban desorientadas. La pausa forzada de varios minutos enfrió el ímpetu de LDU y detuvo el "baile" que estaban protagonizando, afectando la concentración y el ritmo de juego que habían construido hasta ese momento.