Por Mateo Garzón
Eduardo Morante actualmente está insolvente, ahora se dedica a jugar en barriales y en una escuela de fútbol junto a su hermano. Morante en su momento llegó a Universidad de Chile por pedido de Jorge Sampaoli y pagaron $2 millones por su pase. Sin embargo, las lesiones le arruinaron su estancia por el cuadro chileno y llegó a Liga de Quito.
Morante, en su retorno a Ecuador, sufrió un problema legal que le afectó: "Cuando regresé a Ecuador hubo un inconveniente legal que me afectó mucho en la parte emocional. En ese año, una señora, que me llevó a Emelec y con quien desafortunadamente firmé un contrato en el que le otorgaba el 50 % de alguna venta a futuro, me entabló una demanda por derechos de representación legal", esto lo comentó en una entrevista con Expreso.
Esta situación le afectó y por eso no pudo rendir con los capitalinos. Eduardo debía ir constantemente a Guayaquil para resolver este inconveniente que al final salió favorable para la señora. Por esta razón, quedó insolvente y no pudo salir del país debido a la deuda, esto mismo le afectó de manera personal.
Después de resolverse el caso, Morante anímicamente decayó y salió más de fiestas: "El no cuidarme. Después de estar en Liga de Quito empecé a salir más, a farrear y eso me fue afectando físicamente". En 2018 se retiró en Fuerza Amarilla, aunque sí se arrepintió de su decisión porque la vio como apresurada.
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