¿Robo a LDU? Por esta razón el árbitro no sacó roja al Flaco López, aunque fue con plancha a la cara de Gruezo
Apenas iban unos minutos del primer tiempo y parecía agresión de roja, pero el referí no lo expulsó
Uno de los momentos más polémicos y determinantes en la semifinal de Copa Libertadores entre LDU y Palmeiras se produjo con una acción de alto riesgo protagonizada por el delantero brasileño Flaco López contra el mediocampista ecuatoriano Carlos Gruezo. Al inicio del partido, en medio de una disputa por el balón, López levantó su pierna de forma imprudente y, con los pupos de su botín, impactó al jugador de LDU, quien inmediatamente cayó al césped con gestos de dolor, haciendo saltar las alarmas en el cuerpo técnico y la afición local.
La jugada, que a primera vista parecía ser merecedora de una tarjeta roja directa por juego brusco grave y la potencial peligrosidad del contacto con los tacos, fue revisada con detenimiento por el árbitro y por el equipo del VAR. Finalmente, el atacante de Palmeiras recibió solo una tarjeta amarilla, una decisión que generó un intenso debate entre los comentaristas deportivos y la hinchada, que consideró la sanción demasiado leve para el riesgo que corrió Gruezo.
La clave de la decisión, según lo que se analizó en la transmisión de ESPN, radicó en la naturaleza del contacto. Los expertos arbitrales explicaron que la acción de Flaco López, aunque peligrosa, no fue considerada una agresión o un impacto de frente con fuerza excesiva. Se argumentó que el contacto se produjo "de lado" o de forma tangencial mientras el jugador de LDU se disponía a disputar el balón, lo que minimizó la percepción de intencionalidad o de fuerza desmedida por parte del delantero brasileño.
Un factor adicional, y crucial para evitar la expulsión, fue la zona del cuerpo de Gruezo donde se produjo el impacto. La repetición mostró que los pupos del Flaco López no impactaron directamente ni en la cabeza ni en el rostro del jugador de LDU, zonas que casi automáticamente ameritan la tarjeta roja por el riesgo de lesión grave. En cambio, el golpe se dio en el brazo del mediocampista, lo que, para el criterio arbitral, rebajó la severidad de la infracción al ser una zona menos vulnerable.
La combinación de estos dos elementos—el contacto "de lado" y el impacto en el brazo—fue suficiente para que el árbitro tomara la decisión de amonestar al jugador de Palmeiras en lugar de expulsarlo. En el rigor del reglamento y las directrices de CONMEBOL sobre el juego brusco grave, la falta de un impacto directo y frontal en una zona vital, con la intención de causar daño, bastó para que el delantero del equipo brasileño se mantuviera en el campo, a pesar del riesgo y la evidente molestia que causó en el rival.
Esta decisión arbitral fue un punto de inflexión en el partido. La permanencia del Flaco López en el campo, salvado de la expulsión por centímetros y por la interpretación de la zona de contacto, permitió a Palmeiras mantener su esquema táctico intacto. Por otro lado, la polémica acción y el dolor de Carlos Gruezo sirvieron como un recordatorio de la alta intensidad y el roce físico que caracterizan las instancias decisivas de la Copa Libertadores.
