Tras la expulsión, lo único que puede salvar a Bryan Ramírez para que juegue la final de Libertadores si LDU llega
El ecuatoriano recibió una tarjeta roja contra Palmeiras cuando el partido ya terminaba
La tarjeta roja directa que vio Bryan Ramírez en la goleada 3-0 de LDU sobre Palmeiras en la semifinal de ida de la Copa Libertadores lo margina automáticamente del partido de vuelta. Sin embargo, en el hipotético caso de que Liga de Quito clasifique a la final, aún existe una remota esperanza para el jugador. El experto en reglamentos, Nicolás Acuña, ha señalado el único camino reglamentario que podría salvar al lateral de perderse el partido más importante del continente.
Según Acuña, la clave reside en la posibilidad de que la CONMEBOL decida modificar la sanción después de una revisión exhaustiva del informe arbitral del juez Facundo Tello y, de manera crucial, del análisis detallado de la acción a través del VAR. Este procedimiento se aplica en casos donde la apreciación inicial del árbitro, incluso con la revisión en cancha, pudo haber exagerado la gravedad de la falta, transformando una posible suspensión de un partido en una más severa.
Un elemento "VITAL" para este posible indulto es, precisamente, la intervención del Videoarbitraje. La expulsión de Ramírez se produjo en los minutos finales del partido por una dura entrada que, en primera instancia, no había sido observada con la misma severidad por el árbitro principal, quien terminó mostrando la tarjeta roja directa solo tras ser llamado a revisar la jugada en el monitor. Esta dependencia del VAR, que señaló una "falta que no se observó en primera instancia", es el punto de partida para que la defensa de LDU pueda argumentar una posible desproporcionalidad en la sanción.
No obstante, el historial reciente de Bryan Ramírez en la misma Copa Libertadores juega en su contra. El lateral ya había sido expulsado anteriormente en la fase de grupos y, en esa ocasión, el Juez Único de la Comisión Disciplinaria de la CONMEBOL le impuso una sanción de dos partidos de suspensión. Este antecedente de indisciplina y reincidencia en la Copa hace que cualquier intento de reducir la sanción sea extremadamente difícil y requerirá de pruebas irrefutables que demuestren un "error claro y manifiesto" en la catalogación de la falta.
En términos reglamentarios, si la tarjeta roja se mantiene, Bryan Ramírez cumpliría su suspensión automática en el partido de vuelta contra Palmeiras. La duda surge si LDU avanza a la final, pues allí se aplicaría la sanción final determinada por el Tribunal Disciplinario de CONMEBOL, la cual podría ser de uno, dos o más partidos dependiendo de si la falta es considerada grave o si incluye algún agravante. Solo si el Tribunal decide que la sanción es de un único partido, el lateral estaría habilitado para la final.
La única luz de esperanza para Bryan Ramírez y LDU es que el club presente un recurso ante la Unidad Disciplinaria de CONMEBOL, basándose en el informe del VAR para buscar una recalificación de la falta. Sin embargo, la jurisprudencia de CONMEBOL es estricta con las tarjetas rojas directas por juego brusco grave. La frase de Nicolás Acuña subraya que, aunque la revisión del VAR fue clave en la expulsión, solo una decisión administrativa posterior puede revertir el castigo, una posibilidad que se antoja complicada pero necesaria para que el jugador sueñe con la gran final.