Por Pablo Ordoñez
El empate 2-2 entre Liga de Quito y El Nacional en el Estadio Rodrigo Paz Delgado ha encendido las alarmas y la frustración en la hinchada "alba". Lo que se esperaba como una victoria revitalizante en el clásico capitalino se convirtió en un nuevo tropiezo que ha exacerbado las críticas hacia el rendimiento del equipo y, de manera particular, ha puesto en el ojo de la tormenta al entrenador argentino Pablo "Vitamina" Sánchez.
Luego del partido el entrenador habló sobre el reclamo de la hinchada y dijo: "Jugamos en un ambiente que no colabora. El futbolista quiere el apoyo de la gente, no quiere que lo insulten. Este club tiene esta particularidad de que no hay apoyo" Esto despertó la reacción en su mayoría negativa por parte de los hinchas
El partido, que comenzó con una temprana ventaja para Liga, ofreció un espejismo de esperanza a la afición. Sin embargo, la reacción de El Nacional, que logró igualar y posteriormente ponerse en ventaja, expuso nuevamente las fragilidades defensivas y la inconsistencia en el juego que han marcado la campaña del conjunto "azucena" bajo la dirección de Sánchez. El agónico empate final, si bien evitó una derrota en casa ante el acérrimo rival, no fue suficiente para calmar los ánimos de una hinchada cada vez más desencantada.
Tras el pitazo final, las redes sociales y los foros de opinión se inundaron de mensajes de indignación y descontento por parte de los seguidores de Liga. Los reclamos, que ya venían acumulándose en fechas anteriores, se intensificaron, focalizándose en las decisiones tácticas, los planteamientos de los partidos y la aparente incapacidad del entrenador para encontrar una fórmula que garantice un rendimiento sólido y consistente del equipo.
Las críticas hacia Pablo "Vitamina" Sánchez abarcan diversos aspectos. Se cuestiona su elección de alineaciones, con cambios que no terminan de consolidar un once ideal y que generan incertidumbre sobre la identidad del equipo. La gestión de los cambios durante los partidos también es objeto de debate, con muchos aficionados considerando que las modificaciones no logran el impacto deseado e incluso desdibujan el funcionamiento colectivo.
La falta de una identidad de juego clara y la inconsistencia en el rendimiento individual de algunos jugadores son otros puntos que la hinchada achaca directamente a la dirección técnica. Se percibe una falta de automatismos tácticos y una dependencia excesiva de las individualidades, lo que impide que el equipo funcione como un bloque sólido y efectivo en el campo de juego.
El empate ante El Nacional, un rival directo y un partido de alto voltaje emocional, se suma a una serie de resultados irregulares que han alejado a Liga de los primeros puestos de la tabla de posiciones. La afición, acostumbrada a celebrar títulos y a ver a su equipo imponerse con autoridad, no oculta su frustración ante la falta de un rendimiento convincente y la pérdida de puntos importantes.
La presión sobre Pablo "Vitamina" Sánchez es cada vez mayor. Si bien la directiva del club ha mantenido un discurso de respaldo hacia el entrenador, la paciencia de la hinchada parece agotarse. Los próximos encuentros se presentan como cruciales para el futuro del técnico argentino al frente de Liga. Una mejora sustancial en el rendimiento del equipo y la obtención de victorias convincentes se antojan necesarias para calmar las aguas turbulentas y recuperar la confianza de una afición que exige resultados y un fútbol que esté a la altura de la rica historia del club. El empate en el clásico no solo dejó dos puntos en el camino, sino que también intensificó el escrutinio sobre el banquillo "alba".
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