Y piden estadios para llenarlos, pero no pudieron ni con el Monumental y así lució en el Barcelona SC vs Orense

El Estadio Monumental Banco Pichincha, hogar del Barcelona Sporting Club, es uno de los recintos deportivos más grandes y emblemáticos de Sudamérica, con una capacidad que supera los 57.000 espectadores, llegando incluso a tener aforos superiores en el pasado. Sin embargo, la imagen de las gradas durante el reciente encuentro entre Barcelona SC y Orense fue una prueba palpable de que, a pesar de la grandeza de su estadio y la vasta hinchada del "Ídolo del Astillero", la asistencia en este partido específico dejó mucho que desear.

Es una paradoja que, mientras constantemente se exige la mejora de infraestructuras y la construcción de estadios modernos para "llenarlos", la realidad en muchos partidos del campeonato local dista de esos anhelos. El Barcelona SC vs. Orense fue un claro ejemplo. A pesar de ser un equipo con una de las mayores bases de aficionados en el país y de ser el club que, históricamente, ha llevado más gente a los estadios en Ecuador, el Monumental lució con muy poco público.

La cifra estimada de unos 11.000 hinchas en un estadio diseñado para albergar a decenas de miles es una estadística preocupante. Representa una fracción mínima de la capacidad total del Monumental y contrasta drásticamente con la pasión y el fervor que suelen caracterizar a la hinchada barcelonista. Esta baja asistencia genera interrogantes sobre los motivos que alejan a los aficionados del principal escenario deportivo del club.

Diversos factores podrían influir en esta situación. Desde el horario del partido, el precio de las entradas, hasta el rendimiento irregular del equipo o la percepción de que el rival no es lo suficientemente atractivo. Para un equipo como Barcelona, que se nutre de la masiva asistencia de su gente, una imagen de un estadio semivacío impacta no solo en lo económico, sino también en el ambiente y la moral de los jugadores.

Este fenómeno no es exclusivo de Barcelona SC, pero sí llama la atención en un club con la trayectoria y el respaldo popular que tiene. La exigencia de "llenar estadios" va de la mano con la necesidad de ofrecer un espectáculo que motive a los hinchas a invertir su tiempo y dinero en asistir a los partidos. Cuando la concurrencia es baja, se pone en evidencia que algo no está conectando con la base de aficionados.

El reclamo de "tener estadios para llenarlos" resuena fuerte en un contexto donde el fútbol ecuatoriano busca profesionalizarse y mejorar su infraestructura. Sin embargo, la realidad mostrada en el Monumental en el partido contra Orense sugiere que la pasión por sí sola no siempre es suficiente. Se requiere de estrategias que incentiven la asistencia, un buen rendimiento deportivo y una oferta atractiva para el espectador.

Es fundamental que los clubes, y en particular Barcelona SC, analicen en profundidad las razones detrás de estas bajas asistencias. Más allá de la victoria en el campo, la salud financiera y social de un club depende en gran medida de su capacidad para convocar a su gente. Un estadio vacío es un recordatorio de que la conexión con el hincha es un trabajo constante y que no puede darse por sentada.

En conclusión, la poca afluencia de público en el Estadio Monumental durante el encuentro entre Barcelona SC y Orense, con apenas 11.000 hinchas en sus tribunas, es un dato que invita a la reflexión. Es un llamado de atención para un club que se enorgullece de su hinchada, y un recordatorio de que la aspiración de tener grandes estadios debe ir acompañada de la capacidad de llenarlos, motivando a los aficionados a ser parte del espectáculo en vivo.