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El campeón del mundo que envidia a Ecuador por tener a Pacho

Willian Pacho es la gran figura que tiene la selección luego de haber ganado la Champions

Por Pablo Ordoñez

Willian Pacho jugador del PSG
Willian Pacho jugador del PSG

El seleccionador de Francia, Didier Deschamps, se refirió recientemente a la composición de su equipo nacional y a la particularidad de su plantilla en comparación con el modelo de algunos clubes de élite. En sus declaraciones, Deschamps enfatizó la diferencia entre la estructura de un club como el Paris Saint-Germain y la de una selección nacional, especialmente en lo que respecta a la nacionalidad de los jugadores.

"No me quejo de los jugadores que tengo, pero Hakimi, Marquinhos, Pacho, Vitinha, no son franceses. No se puede copiar y pegar lo que hizo el PSG", comentó Deschamps. Esta afirmación subraya una realidad fundamental en el fútbol de selecciones: la limitación de jugadores por nacionalidad, a diferencia de los clubes que pueden fichar talentos de cualquier parte del mundo.

Las palabras de Deschamps hacen alusión directa a la nómina del Paris Saint-Germain, un club que, si bien tiene su sede en Francia, cuenta con una gran cantidad de futbolistas extranjeros de primer nivel en sus filas. Mencionó específicamente a Achraf Hakimi (Marruecos), Marquinhos (Brasil), Willian Pacho (Ecuador) y Vitinha (Portugal), todos ellos pilares en el PSG y ejemplos de jugadores que no son elegibles para la selección francesa, a pesar de desempeñarse en la liga local.

El técnico francés, campeón del mundo en 2018 y finalista en 2022, ha mantenido una filosofía de trabajo centrada en la cohesión y el equilibrio del equipo, más allá de individualidades. Sus declaraciones refuerzan la idea de que una selección nacional debe construir su identidad con los talentos disponibles que cumplan con el requisito de la nacionalidad, sin poder replicar la libertad de fichajes que tienen los clubes con presupuestos elevados.

Francia, bajo la dirección de Deschamps, ha demostrado una capacidad notable para competir al más alto nivel con jugadores mayoritariamente formados en el propio país o con ascendencia francesa. Esto contrasta con la "galaxia de estrellas" internacionales que suelen conformar las plantillas de clubes potentes como el PSG.

La observación de Deschamps no es una crítica hacia el modelo de clubes, sino una explicación sobre la naturaleza inherente de una selección nacional. Se trata de trabajar con los recursos humanos disponibles dentro de las fronteras de la nacionalidad, lo que implica desafíos diferentes a los de la gestión de un club. Su enfoque ha sido maximizar el rendimiento de los jugadores franceses, desarrollando un estilo de juego que se adapte a sus características.

En resumen, las palabras de Didier Deschamps resaltan la distinción fundamental entre la conformación de un equipo de club y una selección nacional, enfocándose en la restricción de nacionalidad que define el fútbol de selecciones y cómo esta condiciona la estrategia y la elección de jugadores.

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