A un paso de la final de Libertadores, Conmebol pone el pie a Liga de Quito ante Palmeiras

LDU pondrá las barbas en remojo, porque aunque tiene una ventaja de 3 goles no está seguro en la final

Liga de Quito-Palmeiras / Foto: Infobae
Liga de Quito-Palmeiras / Foto: Infobae
Foto de David Alomoto
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La Conmebol ha puesto el foco de atención sobre el crucial partido de vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores entre Palmeiras y Liga de Quito, que se disputará el jueves 30 de octubre en el Allianz Parque de São Paulo. La designación arbitral para este encuentro de alta tensión, con el equipo ecuatoriano a un paso de la final, ha generado un debate inmediato y un ambiente de cautela entre los hinchas Albos. La elección para impartir justicia recayó en el experimentado árbitro colombiano Wilmar Roldán, una figura que históricamente ha generado controversia, especialmente en el fútbol ecuatoriano.

La preocupación se intensifica dado el amplio y contundente 3-0 a favor de Liga de Quito en el partido de ida. Este marcador obliga a Palmeiras, uno de los gigantes de Brasil, a una remontada histórica en su casa, bajo una presión extrema. En este contexto, la presencia de un árbitro con el historial de Roldán, quien ha sido señalado en el pasado por decisiones polémicas en partidos clave de clubes y de la Selección de Ecuador, automáticamente levanta sospechas sobre una posible influencia externa para "emparejar" la serie.

Wilmar Roldán es uno de los árbitros más recurrentes y con mayor trayectoria en la Conmebol, pero su nombre no es sinónimo de tranquilidad para los equipos ecuatorianos. Se recuerda su participación en partidos con decisiones cuestionables que han perjudicado a LDU en fases anteriores, como sucedió ante Botafogo, o a la propia selección nacional. Estos antecedentes, lejos de ser olvidados, resurgen en un momento donde la diferencia en el marcador es amplia, pero la presión del fútbol brasileño en su territorio es inmensa.

La designación de una terna arbitral completamente colombiana para un partido tan trascendental (con Jhon Gallego y David Fuentes como asistentes y Jhon Ospina como cuarto árbitro) contrasta con la necesidad de tener jueces que ofrezcan las mayores garantías de imparcialidad. Para Liga de Quito, que busca acceder a una nueva final continental y mantener la ventaja de tres goles, la actuación del referí será examinada con lupa, pues cualquier error o decisión ambigua podría ser interpretada como un "pie" que la Conmebol busca poner al equipo ecuatoriano.

El desafío de Wilmar Roldán en el Allianz Parque será mayúsculo. No solo deberá gestionar la presión ambiental de un estadio lleno que clama por la hazaña de Palmeiras, sino también la enorme responsabilidad de no sumar una nueva mancha a su trayectoria. Su capacidad para aplicar el reglamento sin caer en la tentación de compensar o equilibrar la serie, especialmente en un continente donde el arbitraje es un tema de constante debate, definirá si es recordado por su rigor o por una nueva polémica.

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En este escenario, Liga de Quito deberá enfocarse en su plan de juego y no en el árbitro. No obstante, la confirmación de Roldán convierte el partido de vuelta en una prueba doble: superar la intensidad y el juego de Palmeiras, y al mismo tiempo, neutralizar cualquier factor externo, arbitral o no, que intente impedir que los Albos sellen su clasificación a la ansiada final de la Copa Libertadores.

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