Apenas ha jugado 94 minutos el 2025, pero le deben USD 9 mil y si Emelec no le paga los demandará
Hay novedades en el equipo eléctrico, porque se le puede venir un nuevo reclamo desde FIFA, con Sebastián Tarira
El Club Sport Emelec se encuentra envuelto en una nueva y preocupante crisis administrativa y financiera, esta vez protagonizada por el joven zaguero Sebastián Tarira. A pesar de que el defensor apenas ha sumado 94 minutos en lo que va de la temporada 2025, su conflicto con la institución es mayúsculo. Tarira ha decidido llevar su reclamo más allá de las fronteras nacionales, exigiendo el pago de salarios atrasados y advirtiendo que, de no cumplirse, escalará el caso a instancias legales ante la FIFA. Este escenario representa un problema grave y urgente para el "Bombillo".
La disputa se centra en una deuda que asciende a $9.000, la cual corresponde a cinco meses de salarios impagos. Sebastián Tarira, cuyo sueldo mensual es de $1.800, ha sido paciente, pero ha llegado a su límite. El zaguero, a través de su representación legal, ha emitido un ultimátum formal a la directiva de Emelec. El club tiene un plazo perentorio de 15 días para cancelar la totalidad de la obligación financiera; de lo contrario, el caso será elevado a la FIFA, exponiendo al club a sanciones aún más severas.
Lo irónico y preocupante del caso Tarira es que la deuda se ha acumulado con un jugador que ha tenido una participación mínima en el campo durante 2025. Los apenas 94 minutos jugados por el zaguero contrastan con la gravedad del reclamo. Para los hinchas, la situación es doblemente frustrante: el club no solo está incumpliendo con sus obligaciones contractuales, sino que lo hace con un miembro del plantel al que le ha dado escasas oportunidades, afectando su desarrollo profesional y estabilidad económica.
La amenaza de demanda de Sebastián Tarira revive el fantasma de los problemas legales en la FIFA que han aquejado a Emelec en años recientes. El club eléctrico ya ha enfrentado y resuelto (o está en proceso de resolver) múltiples reclamos por deudas con exjugadores y otros clubes. La llegada de una nueva demanda internacional no solo mancha la imagen de la institución, sino que pone en riesgo la estabilidad económica y la planificación deportiva, ya que este tipo de sanciones pueden incluir restricciones para inscribir jugadores.
Este nuevo problema subraya un profundo desgaste institucional en Emelec. La incapacidad para mantener al día un sueldo que, en el contexto de la Liga Pro, es relativamente bajo, indica fallas en la gestión de la tesorería y el flujo de caja. La afición se pregunta cómo es posible que, mientras se lucha por objetivos deportivos, se permita que un jugador exija el pago de salarios atrasados a través de amenazas legales, lo que solo genera más inestabilidad y distracción en el vestuario.
El reloj corre para el Club Sport Emelec. Con solo 15 días de margen para responder a la exigencia de Tarira, la directiva se enfrenta a un cruce de caminos: o resuelve rápidamente la deuda de $9.000 para evitar la demanda o se arriesga a enfrentar otra sanción de la FIFA. Este no es solo un problema económico, sino una cuestión de ética y cumplimiento contractual que el "Bombillo" debe subsanar para recuperar la confianza de sus jugadores y garantizar un ambiente de trabajo profesional. ¿Podrá Emelec resolver esta situación antes de que el joven zaguero dé el paso final?
