Así defendió la Máquina Quintero a Christian Cueva luego que quisieron desconcentrarlo en el penal ante Delfín SC

El reciente encuentro entre Emelec y Delfín SC dejó un momento de alta tensión y, a la vez, una clara muestra de compañerismo. Con el marcador igualado y la presión en su punto máximo, Emelec obtuvo un penal a su favor, una oportunidad crucial para desequilibrar el partido. La responsabilidad recayó sobre Christian Cueva, el talentoso mediocampista peruano, quien se alistaba para ejecutar la pena máxima.

Sin embargo, antes de que Cueva pudiera concentrarse plenamente en su disparo, los jugadores de Delfín SC intentaron una táctica común en el fútbol: desconcentrar al pateador y demorar la ejecución. Varios rivales se acercaron al punto penal, buscando intimidar, hablarle o incluso impedir que el peruano tomara el balón con tranquilidad, una práctica que busca romper la calma del ejecutante.

Fue en ese instante de ebullición que emergió la figura de Juan Carlos "La Máquina" Paredes, lateral derecho de Emelec, quien demostró un liderazgo y una lealtad ejemplares. Sin dudarlo un segundo, Paredes se interpuso entre Christian Cueva y los jugadores de Delfín, asumiendo una postura protectora y desafiante.

"La Máquina" se puso en frente de los rivales de Manta con una determinación inquebrantable. Su objetivo era claro: evitar que desconcentraran a Cueva con palabras o gestos intimidatorios, y al mismo tiempo, impedir que le quitaran el balón, asegurando que el "10" tuviera la tranquilidad necesaria para ejecutar el penal.

La acción de Paredes fue un claro mensaje de que nadie molestaría a su compañero. Con su presencia física y su actitud firme, logró contener la embestida de los jugadores de Delfín, quienes se vieron obligados a retroceder ante la determinación del experimentado defensor. Este gesto de camaradería fue muy aplaudido por la afición y los comentaristas.

Este tipo de acciones, donde un compañero sale en defensa de otro en un momento de presión, son vitales para la cohesión del equipo. Demuestran la unidad en el vestuario y la disposición a protegerse mutuamente ante las artimañas del rival, fortaleciendo el lazo entre los futbolistas.

Gracias a la intervención de "La Máquina" Paredes, Christian Cueva pudo ejecutar el penal con la serenidad necesaria, convirtiéndolo en gol y dándole la ventaja a Emelec. La efectividad del peruano bajo presión, sumada a la protección de su compañero, fue determinante en el resultado del partido.

El episodio en el Capwell no solo resalta la importancia de la ejecución de un penal, sino también el valor del liderazgo silencioso y la lealtad en un equipo de fútbol. La defensa de "La Máquina" Paredes a Christian Cueva se convirtió en uno de los momentos más memorables del encuentro, demostrando que el compañerismo es una herramienta poderosa en la cancha.