Por David Alomoto

Tras la dura derrota 3-0 en la semifinal de ida ante LDU en Quito, el entrenador de Palmeiras, Abel Ferreira, desplegó una estrategia de motivación tanto pública como privada. Su mensaje principal, repetido constantemente ante la prensa y la afición, fue: “Somos el equipo de las remontadas” y “Noventa minutos es mucho tiempo, prepárense para una noche mágica”. Este discurso, cargado de fe y desafío, no solo buscaba encender a su propia hinchada, sino también sembrar una semilla de duda sobre la inminente clasificación de Liga.
Parte fundamental de la táctica de Ferreira fue apelar directamente a la hinchada, algo que rara vez hace. Pidió un apoyo incondicional "desde el primer hasta el último segundo" en el Allianz Parque, transformando el estadio en un actor principal de la remontada. El técnico buscaba generar una atmósfera de presión insostenible para el rival, entendiendo que el entorno emocional era tan importante como la táctica para revertir un marcador tan adverso.
Según reportes, la estrategia de motivación de Palmeiras fue más allá de su propio vestuario. Se documentó que se exhibieron frases motivacionales y referencias históricas no solo en los espacios de los jugadores locales, sino incluso en el propio vestuario visitante del Allianz Parque, donde se alojó el equipo de Liga de Quito. Aunque la naturaleza exacta de los mensajes dirigidos a LDU no se detallan, el objetivo era claro: impactar psicológicamente al rival desde el momento en que ponían un pie en el estadio.
Para elevar la moral de sus propios jugadores, Ferreira utilizó el recuerdo de grandes gestas del club, haciendo alusión a un "mural de remontadas" y referencias a victorias épicas en momentos clave, incluyendo comparaciones con la intensidad de partidos de la Champions League europea. Este esfuerzo buscaba recordar a su plantel el linaje de un club tricampeón de América y la capacidad histórica de revertir resultados que parecían definitivos, reforzando la identidad de "equipo de las remontadas".
Abel Ferreira se enfocó en un trabajo psicológico constante, utilizando los días previos a la revancha (mencionados como "los miércoles" en algunas referencias) para mantener a su equipo concentrado y con la mentalidad de que el 3-0 era superable. La combinación de entrenamiento cerrado y el bombardeo de mensajes optimistas y agresivos desde la dirección técnica y la prensa (impulsada por el mismo Ferreira) sirvió para enfocar la mente de Palmeiras exclusivamente en el objetivo, minimizando la ansiedad y el miedo al fracaso.
La estrategia integral, que fusionó la táctica, la motivación pública, la apelación a la hinchada y el uso estratégico de mensajes en los vestuarios, fue fundamental para que Palmeiras lograra la épica. El 'Verdao' superó el 3-0 en la vuelta, forzando los penales, donde finalmente se impuso para dejar a Liga de Quito fuera de la final de la Copa Libertadores. Esto confirmó que la audaz y profunda gestión psicológica de Abel Ferreira funcionó como la base de una de las remontadas más recordadas del fútbol sudamericano reciente.

03/11/2025

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