Culparon a estos 2 jugadores de Barcelona SC que no hayan podido ganar a la Católica
En el Monumental, los aficionados del Ídolo estuvieron furiosos por no poder ganar
El empate 1-1 de Barcelona SC frente a Universidad Católica dejó un sabor amargo en la hinchada y generó una intensa búsqueda de responsables por la incapacidad del equipo para asegurar la victoria y sus aspiraciones. Si bien el fútbol es un deporte de conjunto, la lupa del análisis se posó rápidamente sobre dos nombres que, por acciones puntuales y errores graves, se convirtieron en los principales señalados por la afición y la prensa: Janner Corozo y Bryan Carabalí.
La frustración por el resultado se centró principalmente en la falta de contundencia, y en ese rubro, Janner Corozo fue el blanco principal de las críticas. El atacante volvió a exhibir la irregularidad que ha marcado su temporada, fallando al menos dos oportunidades manifiestas de gol frente al arco de Católica. Estos errores no solo impidieron a Barcelona tomar la delantera, sino que acentuaron la percepción de que al equipo le falta un definidor eficaz en momentos cruciales.
Los fallos de Corozo no son un incidente aislado; son el reflejo de la crisis de confianza y puntería que atraviesa el jugador, un tema que incluso ha sido comentado por figuras externas como Felipe Caicedo. La afición cuestiona severamente que, con la cantidad de ocasiones que genera el equipo, un delantero de su nivel no logre materializar oportunidades claras, desperdiciando el esfuerzo colectivo y minando la moral del plantel.
La otra cara del error se vivió en la zona defensiva, donde Bryan Carabalí fue responsabilizado directamente por el gol que significó el empate para Universidad Católica. El lateral cometió un error grave de marcación y posicionamiento que permitió al delantero rival, Byron Palacios, recibir el balón con ventaja y anotar sin mayor oposición. Este "regalo" defensivo anuló la ventaja que el equipo había conseguido y demostró una fragilidad en la z última línea.
El desempeño de Carabalí en esa jugada específica subrayó la inconsistencia que ha caracterizado su puesto durante la temporada. En un partido donde cada punto era vital para las aspiraciones del club, un error individual de esa magnitud tiene consecuencias directas en la tabla y en el estado de ánimo de la plantilla. La hinchada no perdonó la ligereza con la que se perdió el balón en una zona tan peligrosa.
El empate contra Católica fue un recordatorio cruel de los problemas estructurales de Barcelona SC: la falta de contundencia en ataque (Corozo) y la fragilidad defensiva (Carabalí). Ambos jugadores cargan ahora con el peso de la culpa por no haber sumado los tres puntos, lo que inevitablemente influye en la inminente "limpia" de la plantilla de cara al 2026, donde se espera una renovación total en esas posiciones clave.