El jugador de LDU al que le llamaron tronco luego de la derrota contra Orense en Machala

Liga de Quito perdió y lastimosamente un elemento recibió las críticas

Liga de Quito / Foto: API
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La derrota de Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDU) en Machala ante Orense desató una ola de frustración y críticas entre la afición, y una de las figuras que recibió el mayor peso de la censura fue Kevin Minda. El jugador, que ha sido utilizado por el cuerpo técnico en múltiples posiciones, no logró rendir a la altura de las expectativas, convirtiéndose en el blanco de los señalamientos más duros. La decepción fue tal que los aficionados, a través de redes sociales, no dudaron en calificarlo con el lapidario apodo de "tronco".

El duro calificativo de "tronco" —utilizado en el fútbol para describir a un jugador lento, de movimientos bruscos y con poca técnica— se debe, en gran medida, a la falta de adaptación y contundencia de Minda en las dos funciones principales que le fueron encomendadas en el partido: lateral y mediocentro. Esta versatilidad, que debería ser una ventaja, se convirtió en su principal condena, ya que no logró ofrecer garantías ni estabilidad en ninguno de los roles asignados por el cuerpo técnico.

Su paso por la banda lateral fue particularmente deficiente. Al ser ubicado como lateral, se esperaba de Minda una contribución clara en la marca y una proyección ofensiva esporádica. Sin embargo, su velocidad de reacción y la precisión en el desborde quedaron en entredicho, exponiendo la banda y limitando las opciones de ataque de LDU. El juego veloz de Orense encontró un punto débil en su sector, evidenciando que la posición de lateral no es su fuerte natural.

Peor aún fue su desempeño cuando fue reubicado en el mediocentro, una posición neurálgica que exige pausa, visión de juego y capacidad de distribución. En este rol, se le criticó la lentitud en la toma de decisiones y la imprecisión en la entrega del balón. Minda no logró ser el conector entre la defensa y el ataque, lo que llevó a que el mediocampo de LDU se viera superado en la recuperación y la generación, perdiendo la batalla táctica en el centro del campo.

La crítica adquiere mayor relevancia al contextualizarla con la presión que existe en LDU. En un club que aspira a ganar todos los torneos que disputa, no hay espacio para la mediocridad. El desempeño de Minda, que no estuvo a la altura de la exigencia de un equipo grande y que falló en dos posiciones distintas, genera un gran debate sobre su futuro. Los aficionados y la prensa exigen a la directiva que priorice la calidad técnica sobre la polifuncionalidad.

En conclusión, el apodo de "tronco" que recae sobre Kevin Minda es el reflejo de una actuación que no cumplió con las mínimas expectativas de la afición de LDU. Su fracaso en rendir consistentemente como lateral y como mediocentro en un partido de alto voltaje pone en tela de juicio su permanencia en el club para 2026. La directiva deberá tomar nota de la crítica y evaluar si el jugador posee las herramientas técnicas necesarias para responder a la altura de las demandas del "Rey de Copas".

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