¿El nuevo Dida Domínguez? Así tapa Jordani Preciado, quien tomó el puesto de Gonzalo Valle en LDU con apenas 18 años

El nombre de Jordani Preciado resuena con fuerza en Ponciano, y las comparaciones con la leyenda de la portería 'Alba', Alexander "Dida" Domínguez, han comenzado a gestarse. Este joven portero de tan solo 18 años, que ha ascendido al primer equipo de LDU para entrenar junto a los profesionales, ha cautivado al cuerpo técnico con características que recuerdan a la agilidad y presencia de los grandes guardametas que ha tenido la institución a lo largo de su historia.

La cualidad más destacada de Preciado, según se comenta desde el entorno del club, es la exhibición de grandes reflejos en el uno contra uno. En el fútbol moderno, donde los delanteros buscan constantemente la definición mano a mano, esta capacidad para achicar espacios y reaccionar rápidamente es invaluable. Esta habilidad para ganar duelos directos lo posiciona como un portero de gran temperamento bajo los tres palos, aspecto fundamental para emular el liderazgo de Domínguez.

A pesar de su juventud y su estatura que se asume considerable (aunque el dato exacto de la altura del portero Argenis Preciado no fue proporcionado en la búsqueda, un buen portero de élite debe ser alto), el joven ecuatoriano es notablemente rápido de pies. Esta cualidad es esencial para los arqueros modernos que deben salir a cortar centros, anticipar pases filtrados y reiniciar el juego rápidamente. Su velocidad, incluso siendo alto, le permite cubrir eficazmente un área amplia.

El ascenso meteórico de Preciado se consolida al haber tomado el puesto de Gonzalo Valle en la rotación del primer equipo de LDU. Esta decisión subraya la confianza que el club tiene en el joven formado en sus filas, priorizando el potencial de su cantera sobre la experiencia del portero relegado. La meta es clara: que Preciado se convierta en una alternativa real para pelear el puesto con Dida Domínguez.

Jordani Preciado también demuestra una mucha presencia bajo los tres palos. Esta característica no es solo física, sino también mental; se refiere a la capacidad del portero para imponerse psicológicamente a los delanteros y para ordenar a su defensa. Una fuerte presencia infunde seguridad en el equipo y es uno de los sellos distintivos que Alexander Domínguez ha mantenido a lo largo de su exitosa carrera.