El peso de un grande de Ecuador: La extraña enfermedad que le producía a Pablo Repetto dirigir a Liga de Quito
Según contó el Mago Franklin Salas, al uruguayo se le pelaba la piel o "se descascaraba", antes de un partido importante, por el estrés
Dirigir a un gigante como Liga de Quito (LDU), con su historia y la presión constante por títulos nacionales e internacionales, tiene un costo que va más allá del banquillo. El exentrenador uruguayo Pablo Repetto, quien llevó al club a ganar varios campeonatos, experimentó en carne propia el inmenso peso que conlleva esa responsabilidad. Según reveló Franklin Salas, exreferente Albo y exmiembro de su cuerpo técnico, Repetto sufría una extraña manifestación física de estrés que ponía en evidencia la intensidad de su cargo.
La manifestación más clara de esta presión, según el "Mago" Salas, era un peculiar problema dermatológico: a Repetto "se le pelaba la piel" o "se descascaraba" justo antes de un partido importante. Este síntoma físico es un claro indicador del estrés llevado al límite. El cuerpo del uruguayo reaccionaba a la inmensa carga emocional y mental que implicaba enfrentar una final o un duelo crucial por la Copa Libertadores, demostrando que la tensión del fútbol de alta competencia puede tener consecuencias reales en la salud.
La anécdota contada por Salas subraya el ambiente de "ganar o fracasar" que se vive en un equipo con el prestigio de LDU. El aficionado Albo y la directiva exigen constantemente resultados, y cada partido grande se siente como una final. Esta presión constante por el rendimiento recaía directamente sobre Repetto, obligándolo a vivir en un estado de ansiedad y tensión perpetua. La piel "descascarada" era, en esencia, la somatización del miedo a defraudar a una de las hinchadas más exigentes del continente.
A pesar de su imagen pública de entrenador de carácter fuerte y reservado, la revelación de Salas muestra el lado humano y vulnerable de Repetto. Manejar la prensa, la interna del club, y las expectativas de la afición mientras se intenta mantener la concentración táctica en el equipo, es un trabajo titánico. El peso emocional era tan grande que se manifestaba físicamente, confirmando que incluso los entrenadores más duros pueden sucumbir al agotamiento mental provocado por la alta exposición.
La extraña dolencia de Pablo Repetto pone en perspectiva el "precio de la gloria" que pagan los técnicos en el fútbol de élite. Mientras Repetto levantaba títulos (como la Copa Ecuador y la Supercopa Ecuador) y competía en instancias finales, su salud absorbía el estrés en silencio. La anécdota sirve para recordar a la afición que el éxito de un club como LDU no solo se construye con fichajes y táctica, sino con el sacrificio personal y la salud emocional de quienes están al mando del proyecto.