Emelec de mal en peor, estos 2 jugadores se pelearon en pleno partido ante El Nacional
Durante la transmisión en Zapping contaron que se reclamaron fuertemente por no colaborar en la defensa
El Club Sport Emelec, inmerso en una temporada llena de turbulencias y resultados inconsistentes, vivió un nuevo episodio de tensión interna en el campo de juego durante el crucial partido contra El Nacional. La frustración generada por los problemas defensivos del equipo se desbordó en una acalorada discusión entre varios jugadores, evidenciando la falta de entendimiento y la creciente presión que existe en el camerino eléctrico.
La periodista Johanna Calderón fue quien reveló los detalles de este enfrentamiento, señalando directamente a Maicon Soliz y Juan Pablo Ruiz Gómez como los protagonistas iniciales de la disputa. El motivo central de la pelea fue la desatención en el regreso defensivo, un problema recurrente en el Bombillo que estaba dejando grandes espacios vulnerables en la retaguardia, facilitando los ataques del rival.
El roce más significativo, según el reporte, se produjo cuando el volante Ruiz Gómez intervino, encarando a Maicon Soliz por su supuesta falta de sacrificio al no bajar a recuperar el balón. Ruiz Gómez, un jugador de corte que se esfuerza constantemente en la marca, reclamó la pasividad del extremo, quien era fundamental para cerrar la banda en ese sector del campo, sobrecargando el trabajo de los defensas.
La respuesta de Maicon Soliz a su compañero fue un reflejo de la desorganización y la repartición de culpas que se vive en el equipo. Soliz, en lugar de aceptar la crítica, devolvió el reclamo a Barco con un argumento similar: "¿Y por qué no bajas tú?". Este intercambio demuestra que, en lugar de una corrección constructiva, la situación degeneró en un cruce de acusaciones sobre quién tenía la obligación principal de cubrir los espacios.
Este incidente no es un hecho aislado, sino un síntoma claro del mal momento deportivo e institucional que atraviesa Emelec. Cuando los resultados son adversos y la presión es máxima, las individualidades suelen prevalecer sobre la cohesión grupal. La falta de comunicación efectiva y la tendencia a señalar al compañero en lugar de asumir la responsabilidad colectiva son señales de que el equipo está "de mal en peor", como indican los medios.
