Emelec se cae a pedazos y Guzmán pensaría en irse, la millonada que deben solo en salarios a los jugadores
El cuadro de Emelec debe a 28 jugadores sus salarios, están atrasados entre 2 a 8 meses
El Club Sport Emelec se encuentra inmerso en una profunda crisis financiera que ha alcanzado un punto de no retorno, marcada por la falta de pagos al plantel y la incertidumbre sobre la continuidad de su actual directiva. La magnitud de la deuda salarial, revelada por un comunicado de los propios jugadores, destapó una millonada pendiente que socava la moral del equipo y pone en riesgo la estabilidad institucional, llevando al presidente Jorge Guzmán a considerar su renuncia si no hay una solución inmediata.
La gravedad de la situación se evidencia en el desglose de los sueldos adeudados, que desmiente rotundamente las versiones minimizadoras de la dirigencia. Un total de 28 jugadores del primer equipo se encuentran afectados, con distintos niveles de morosidad que van desde los dos hasta los ocho meses sin percibir sus ingresos. Específicamente, seis jugadores tienen dos meses de atraso, quince tienen tres meses, y siete futbolistas sufren el calvario de tener entre cinco y ocho meses sin recibir su remuneración.
Al consolidar estas cifras, la deuda salarial acumulada con el plantel se estima conservadoramente en un rango de USD 1.5 a 2 millones de dólares. Esta millonada, adeudada a los futbolistas, representa un capital de trabajo fundamental que la directiva no ha logrado gestionar, a pesar de los ingresos recurrentes del club. Esta deuda no solo genera malestar y la paralización de entrenamientos, sino que también expone la inoperatividad financiera para cumplir con la obligación más básica de cualquier empleador.
La crisis ha puesto contra las cuerdas al presidente Jorge Guzmán. La presión interna y la imposibilidad de solucionar los problemas de liquidez lo han llevado a considerar una salida dramática. Guzmán habría comunicado al plantel que pondría su cargo a disposición si no se logra realizar un pago significativo de al menos dos meses de salario en el corto plazo. Este planteamiento subraya el reconocimiento de su propia incapacidad para gestionar la emergencia y la escalada de la protesta de los jugadores.
El colapso interno de Emelec se ve agravado por un contexto de deudas institucionales mucho mayores, que superan los 20 millones de dólares y que incluyen compromisos con exjugadores demandantes ante FIFA, servicios básicos e incluso el Banco del Pacífico por la remodelación del estadio Capwell. La deuda salarial del plantel, aunque solo una parte del pasivo total, es la más explosiva y la que ha provocado la fractura total entre la plantilla y la directiva, afectando directamente el desempeño deportivo.