Explotaron los hinchas de Barcelona SC en el Monumental luego que IDV los humilló, mira lo que gritaron
El aficionado que se quedó hasta el final estaba enojado, gritaron: "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo"
La humillante derrota de Barcelona Sporting Club por goleada ante Independiente del Valle (IDV) en el Estadio Monumental fue el detonante de una explosión de ira y frustración por parte de su apasionada hinchada. Ver al equipo ser superado de manera tan contundente en su propia casa y en un momento clave de la temporada colmó la paciencia de los aficionados. La rabia contenida se desbordó en los graderíos, incluso después del pitazo final.
A pesar del marcador adverso y la decepción, un grupo de aficionados se mantuvo en las gradas hasta el final, esperando una reacción que nunca llegó. Fue precisamente este sector más fiel y enojado el que canalizó la frustración colectiva. La impotencia de la goleada, que alejaba al Ídolo de la lucha por la cima de la tabla, se transformó en un clamor de protesta que resonó con fuerza en el Monumental.
El grito que se escuchó con mayor intensidad fue un mensaje claro y contundente dirigido tanto a jugadores como a la directiva: "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo". Esta consigna, que se ha popularizado en momentos de crisis en el fútbol latinoamericano, refleja la desesperación total de la hinchada. Los aficionados ya no solo pedían la salida de un técnico o de un jugador, sino una limpieza total y absoluta del plantel y la cúpula dirigencial.
El grito de "Que se vayan todos" es un síntoma de que la relación de la hinchada con el equipo ha llegado a un punto de quiebre. La afición de Barcelona SC no solo estaba molesta por perder, sino por la falta de actitud y el bajo nivel exhibido en un partido de tanta relevancia. La humillación ante IDV evidenció que los aficionados han perdido la confianza en la capacidad de los actuales responsables de revertir la situación, demandando un cambio radical de manera inmediata.
La protesta de los aficionados que exploraron en el Monumental es un recordatorio de la inmensa exigencia que conlleva vestir la camiseta de Barcelona. Los hinchas no perdonan la apatía ni la mediocridad, especialmente cuando el equipo es superado de manera categórica en su propio reducto. El reclamo es un llamado a la jerarquía y al honor que debe representar el Ídolo, y el bajo rendimiento ante IDV fue visto como una afrenta a la historia del club.
La directiva, a pesar de haber ratificado la continuidad de Ismael Rescalvo, no puede ignorar este clamor. El grito de "Que se vayan todos" es una advertencia de que la paciencia ha llegado a su límite y que se esperan medidas drásticas para renovar el espíritu y la calidad del plantel. La paliza de IDV obligó a la cúpula de Barcelona a acelerar una reestructuración que, según la voz de los aficionados, debe ser total para evitar que el descontento se traduzca en un abandono de los estadios.
