Por David Alomoto
Facundo Castelli perdió mucho brillo en Emelec y ante Vinotinto no tuvo opciones de anotar. El delantero no tiene compañía y por ello es que se olvidó de jugar, pues está muy solo. Se pensaba que Christian Cueva podía acompañarlo pero hasta el momento se ha mostrado poco y nada.
Facundo Castelli, el delantero argentino de Emelec, ha experimentado una notable pérdida de su brillo en el campo, una situación que se hizo aún más evidente en el reciente encuentro contra Vinotinto, donde no tuvo oportunidades claras de gol. La expectativa de que Castelli liderara el ataque del equipo guayaquileño se ha disipado, y su rendimiento actual dista mucho de lo que el club y los aficionados esperaban al inicio de la temporada. Su incapacidad para generar peligro se atribuye, en gran medida, a la alarmante falta de apoyo en la ofensiva.
La principal razón detrás del declive de Castelli parece ser la soledad en el frente de ataque. A menudo se le ve aislado, sin un socio que pueda desmarcarse, arrastrar marcas o crear espacios. Esta ausencia de compañía táctica obliga a Castelli a enfrentar a las defensas rivales en situaciones de inferioridad numérica, lo que reduce drásticamente sus opciones de remate y su capacidad para influir en el juego. En lugar de ser un referente ofensivo, se ha convertido en un jugador que persigue balones sin un propósito claro.
Se especulaba que la llegada de Christian Cueva sería la solución para esta falta de compañía. La habilidad y visión de juego del volante peruano prometían ser el complemento ideal para Castelli, con la capacidad de generar pases filtrados y desequilibrar a las defensas. Sin embargo, la realidad ha sido decepcionante. Cueva, hasta el momento, ha mostrado muy poco de su potencial, lo que ha dejado a Castelli en la misma situación de aislamiento, sin el socio creativo que tanto necesita.
Esta falta de conexión y apoyo en el ataque no solo afecta el rendimiento individual de Castelli, sino que también impacta negativamente en la capacidad goleadora de Emelec en su conjunto. Un delantero que se siente "olvidado de jugar" por la falta de compañía es un síntoma de un problema más profundo en la estructura ofensiva del equipo. La incapacidad de generar ocasiones claras no recae únicamente en el ariete, sino en la falta de un sistema que lo respalde y le brinde herramientas para destacar.
Para que Facundo Castelli recupere su chispa y vuelva a ser el delantero incisivo que Emelec necesita, es imperativo que el cuerpo técnico encuentre soluciones urgentes a la falta de apoyo en la ofensiva. Ya sea mediante ajustes tácticos, la incorporación de nuevos jugadores, o una mejora significativa en el rendimiento de los actuales compañeros de ataque, la clave estará en romper con el aislamiento de Castelli y proporcionarle la compañía necesaria para que pueda volver a ser una amenaza constante en el área rival.
08/07/2025
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