Liga de Quito pasó por encima a Barcelona SC y la excusa que puso Ismael Rescalvo

La reciente jornada del fútbol ecuatoriano presenció un contundente triunfo de Liga Deportiva Universitaria de Quito sobre su archirrival, Barcelona Sporting Club, con un marcador de 3-0 que reflejó el claro dominio del equipo capitalino. El encuentro, cargado de expectativas por la rivalidad histórica, se inclinó rápidamente a favor de los 'albos', quienes mostraron una superioridad tanto en la generación de juego como en la efectividad frente al arco. Esta goleada representó un duro golpe para las aspiraciones del conjunto 'torero' y encendió las alarmas sobre el rendimiento del equipo dirigido por Ismael Rescalvo.

Tras el abultado resultado, el director técnico de Barcelona SC, Ismael Rescalvo, compareció ante los medios de comunicación en una rueda de prensa que se anticipaba tensa. En lugar de una autocrítica profunda sobre el desempeño de su equipo, Rescalvo optó por una justificación que sorprendió y generó controversia en el ámbito deportivo. Su análisis post-partido buscó minimizar la diferencia en el marcador, aseverando que el desarrollo del juego había sido mucho más equitativo de lo que el 3-0 sugería.

La principal excusa esgrimida por el entrenador español se centró en la supuesta paridad en las estadísticas del encuentro. Según Rescalvo, tanto Barcelona SC como Liga de Quito habían tenido un número similar de llegadas al área y oportunidades de gol, sugiriendo que la diferencia en el resultado se debió únicamente a la eficacia del rival y no a una disparidad futbolística de fondo. Esta afirmación generó escepticismo entre la prensa y la afición, quienes presenciaron un equipo 'albo' más incisivo y sólido en todas sus líneas.

Un elemento clave en la defensa de Rescalvo fue la expulsión de uno de sus jugadores, Aníbal Chalá, que dejó a Barcelona SC con diez hombres. El director técnico argumentó que la inferioridad numérica fue el punto de inflexión y la razón fundamental por la cual su equipo no pudo sostener el partido y terminó encajando los tres goles. Para Rescalvo, el encuentro se desequilibró irreversiblemente tras la tarjeta roja, obligando a su equipo a cambiar su esquema y exponiéndose en exceso ante el poder ofensivo de Liga.

Las declaraciones de Ismael Rescalvo, señalando la paridad en el juego a pesar de la goleada y responsabilizando en gran medida a la expulsión, fueron recibidas con fuertes críticas por parte de la hinchada y exjugadores de Barcelona SC. El debate se centró en si la pérdida de un hombre justifica el desplome anímico y futbolístico que se evidenció en la cancha. Muchos consideraron que la excusa era insuficiente y que el equipo careció de la capacidad de reacción y la jerarquía necesaria para afrontar la adversidad.

La postura de Rescalvo, más defensiva que autocrítica, lo colocó en una posición delicada. En un club de la magnitud de Barcelona SC, donde la exigencia por los resultados es máxima, minimizar una derrota tan abultada ante el clásico rival generó dudas sobre su manejo del grupo y su visión de la realidad deportiva. El 3-0 de Liga de Quito, y la particular justificación del DT, intensificaron la presión sobre el banquillo y lo obligan a buscar una pronta reivindicación para calmar las aguas de la marea amarilla.