Limpieza en el camerino de Barcelona SC, los jugadores que deberían irse tras el papelón contra Liga de Quito
Hay muchos jugadores del Ídolo que no han dado la talla en todo el 2025, mejor deberían buscar otro equipo
La humillante derrota que sufrió Barcelona Sporting Club ante Liga de Quito ha provocado una inmediata y airada reacción en el entorno del club, con un fuerte clamor popular por una "limpieza" profunda en la plantilla. El papelón en la Casa Blanca ha puesto en la mira a una extensa lista de jugadores, cuyo rendimiento es considerado inaceptable para las exigencias de la camiseta amarilla. Esta demanda de cambios drásticos refleja el hartazgo de la hinchada ante la falta de resultados y el bajo nivel exhibido.
Entre los señalados por la afición y la prensa especializada se encuentran nombres importantes que, por su trayectoria o su rol en el equipo, han decepcionado particularmente. En la defensa, las críticas se han centrado en Ignacio De Arruabarrena por errores cruciales que incidieron en el marcador, así como en los laterales Xavier Arreaga y Aníbal Chalá, de quienes se espera mucha más solidez y proyección. El bajo desempeño de la zaga es visto como un factor determinante en la goleada.
La zona del mediocampo es otro foco de cuestionamientos, con varios futbolistas en el ojo del huracán. La inclusión de Jhonny Quiñónez es, quizá, la más controversial, dada la reiterada defensa que ha hecho de él el técnico Ismael Rescalvo a pesar del evidente bajo aporte que la mayoría percibe. A él se suman Joaquín Valiente y Jean Carlos Montaño, cuya contribución no ha sido la esperada, y el experimentado Dixon Arroyo, a quien se le exige mayor liderazgo y capacidad de corte en la contención.
Un caso particularmente doloroso para los hinchas es el de Byron Castillo, cuyo nivel está muy por debajo del que le hizo un referente del club en temporadas anteriores. El lateral derecho, que suele ser sinónimo de desequilibrio y velocidad, mostró una versión desdibujada, siendo fácilmente superado y sin generar la habitual amenaza ofensiva. Su baja forma preocupa especialmente, pues se trata de un jugador con un peso específico en el plantel.
El pedido de "limpieza" y la lista de jugadores mencionados (De Arruabarrena, Arreaga, Chalá, Quiñónez, Valiente, Montaño, Arroyo, Castillo) simbolizan una frustración colectiva que va más allá del simple resultado. Refleja la sensación de que gran parte del plantel no está comprometido con la historia y el presente del club, especialmente en el año de su centenario, donde se esperaba una respuesta futbolística de alto calibre.
La dirigencia de Antonio Álvarez y el cuerpo técnico de Ismael Rescalvo se encuentran ahora en una encrucijada. El contundente reclamo por la salida de estos jugadores, aunque sea una expresión del enojo, exige una respuesta. El próximo mercado de fichajes podría ser el escenario de las decisiones más duras, ya que la continuidad de varios de estos nombres parece insostenible ante la presión social y el pobre rendimiento que han entregado en la cancha.
