Mientras Pedro Ortiz sacó la cara ante Aucas, el jugador que no merece ponerse la camiseta de Emelec
El portero siempre ha sido de los puntos más altos de Emelec, mientras hay otros que no dan la talla
En medio de una actuación gris por parte del Club Sport Emelec en el Clásico del Astillero contra Aucas en el Capwell, el rendimiento del portero Pedro Ortiz fue el único punto de luz y salvación para el equipo. Mientras la defensa y el mediocampo mostraron flaquezas, Ortiz se erigió como un muro infranqueable. Con atajadas providenciales y liderazgo bajo los tres palos, el experimentado arquero sacó la cara por la camiseta, evitando que el resultado se convirtiera en una goleada y manteniendo a flote las esperanzas del Bombillo en un encuentro vital.
A pesar del esfuerzo heróico de su arquero, el desempeño general de Emelec estuvo lejos de la intensidad y el compromiso que exige un clásico disputado en casa. La falta de ideas en ataque y la poca solidez defensiva crearon un ambiente de frustración entre los hinchas. En este contexto de bajo nivel colectivo, la crítica se focalizó en aquellos jugadores que, con su actuación, demostraron no estar a la altura de las circunstancias, evidenciando una desconexión total con la pasión que representa el escudo.
El futbolista que acaparó las críticas y fue señalado por su bajo rendimiento fue el delantero Justin Cuero. Desde el inicio del encuentro, Cuero se mostró ineficaz y con una notable falta de agresividad y entendimiento del juego. Se esperaba que el atacante fuera una pieza clave en el esquema ofensivo, pero su presencia en el campo se diluyó completamente, generando nulo peligro en el área rival y fallando en la presión al rival.
La decepcionante actuación de Justin Cuero lo convirtió, en la percepción de los aficionados y analistas, en "uno menos" para el Bombillo durante los minutos que estuvo en la cancha. Su incapacidad para retener el balón, la escasa movilidad y la falta de contacto con el juego hicieron que el equipo jugara prácticamente con diez hombres en fase ofensiva. Este pobre desempeño en un partido crucial, y ante su propia gente en el Capwell, ha puesto en duda su continuidad y compromiso con el club.
El contraste entre el sacrificio de Ortiz y la apatía de otros, como Cuero, reavivó el debate sobre quién merece ponerse la camiseta de Emelec. Para un club con la historia y la exigencia del Bombillo, el compromiso y la entrega no son negociables, especialmente en los clásicos. La actuación de Cuero sugirió a muchos hinchas que su nivel actual no está a la altura de la institución, exigiendo a la directiva una revisión profunda de la plantilla para asegurar jugadores que sientan el peso del escudo.
El clásico ante Aucas sirvió como un doloroso recordatorio de que, si bien una estrella como Pedro Ortiz puede evitar la catástrofe, Emelec necesita un rendimiento uniforme y un compromiso total de sus once jugadores. Mientras la afición aplaude el esfuerzo y el heroísmo de su portero, señala con dureza a aquellos que no mostraron la actitud necesaria. El futuro del equipo dependerá de que todos los integrantes del plantel demuestren la calidad y el coraje que se les exige para honrar la camiseta azul y plomo.