Mientras Rescalvo tiene todas las facilidades y defraudó en BSC, así viaja Pechón León con Libertad por todo el Ecuador
Grandes diferencias porque BSC está en el hexagonal pero sin convencer, en cambio Libertad ha tenido que ir en bus por largas horas
El fútbol ecuatoriano de élite muestra un marcado contraste en las condiciones logísticas de sus equipos, especialmente en la fase del hexagonal final. Por un lado, está el Barcelona Sporting Club (BSC), el club más popular del país, que goza de todas las facilidades económicas y logísticas para viajar en vuelos chárter o comerciales sin mayores contratiempos, minimizando el desgaste físico de sus jugadores. Por el otro, se encuentra el Libertad de Loja, apodado el equipo de "Pechón" León, que debe recurrir al transporte terrestre para desplazarse por el extenso territorio nacional, enfrentando largas y agotadoras horas en la carretera.
El equipo torero, a pesar de tener a su disposición la mejor infraestructura y un presupuesto que permite una recuperación óptima con viajes rápidos y estadías cómodas, ha defraudado a su afición en la cancha. El Barcelona SC se encuentra clasificado al hexagonal, pero su rendimiento ha estado lejos de ser convincente. Esta desconexión entre las facilidades de clase mundial y los resultados mediocres pone de manifiesto que el éxito deportivo no se compra solo con dinero y comodidades, sino con actitud y desempeño.
La realidad del Libertad de Loja es diametralmente opuesta. Para afrontar el Hexagonal y los partidos en distintas ciudades del país, el club se ve obligado a movilizar a su plantel en largos viajes en bus. Este método de transporte implica horas de incomodidad, un desgaste físico considerable para los jugadores y la necesidad de una gestión de la fatiga mucho más compleja por parte del cuerpo técnico, que debe lidiar con la dureza de las carreteras ecuatorianas.
El esfuerzo titánico del Libertad, un club de menor presupuesto, personifica la lucha y el sacrificio en el fútbol. Mientras los jugadores de BSC aterrizan frescos y descansados, los futbolistas del Libertad tienen que bajarse de un bus después de trayectos que pueden superar las ocho o diez horas. Esta odisea logística es la "normalidad" para muchos equipos modestos y resalta la garra que deben tener para competir de igual a igual en la máxima categoría, a pesar de las claras desventajas en preparación.
La gran ironía se presenta al comparar la entrega de ambos equipos en la competición. Barcelona SC, con todas las herramientas para dominar, recibe fuertes cuestionamientos por su falta de compromiso o de ideas en el campo. Por su parte, Libertad, a pesar de las adversas condiciones de viaje y el cansancio acumulado, compite con una dignidad y un esfuerzo que es notable. Esta disparidad subraya que la motivación y el espíritu de lucha a veces superan a las comodidades del fútbol moderno.