“Prefiero que la gente me señale y diga que no fui campeón en mi periodo“, Antonio Álvarez
El presidente de Barcelona SC dio unas declaraciones polémicas
La polémica frase atribuida a Antonio Álvarez, presidente de Barcelona SC, al decir "Prefiero que la gente me señale y diga que no fui campeón en mi periodo", encapsula un cambio de paradigma en la dirigencia deportiva moderna, priorizando la salud institucional y financiera a largo plazo por encima de la gloria inmediata. Si bien en el fútbol la vara de medición principal es el título, la declaración sugiere que para el directivo existen metas más fundamentales para el futuro del club, incluso si estas conllevan sacrificar la inmediatez de una celebración.
Esta postura se enmarca en la compleja realidad económica que enfrentan los clubes en Ecuador y la región. BSC, como otras instituciones históricas, arrastra compromisos financieros y deudas que amenazan su estabilidad. Al preferir ser señalado por no ser campeón, Álvarez implica que, si el costo de un título es hipotecar el futuro económico del club o contraer deudas impagables, no vale la pena. En esencia, está estableciendo un límite claro: la responsabilidad administrativa y la sostenibilidad económica son innegociables.
El mensaje de Álvarez es un contrapunto directo al modelo de gestión que busca el éxito a cualquier costo, incluso a través de un despilfarro financiero. En el pasado, varios clubes ecuatorianos han caído en crisis institucionales severas tras procesos dirigenciales que priorizaron la contratación de figuras de alto costo y el premio por ganar, dejando un pasivo millonario como herencia. La frase, por lo tanto, actúa como un compromiso público para evitar caer en esa trampa, marcando un camino de austeridad y equilibrio presupuestario.
No obstante, la declaración inevitablemente genera resistencia y críticas entre la hinchada, cuyo principal deseo y motor es ver a su equipo en lo más alto. Para el aficionado, el "periodo" de un presidente se mide en copas levantadas. Escuchar al máximo directivo manifestar que el campeonato es una prioridad secundaria puede percibirse como una falta de ambición o una excusa preventiva ante un eventual fracaso deportivo. El desafío de Álvarez radica en cómo equilibrar esta visión de responsabilidad financiera con la necesidad de mantener un plantel competitivo y sediento de triunfos.
La declaración de Antonio Álvarez sobre preferir ser señalado por no ser campeón es un manifiesto de gestión que trasciende la esfera deportiva. Su objetivo es instalar en el imaginario colectivo que la verdadera victoria para Barcelona SC es garantizar su estabilidad y existencia a perpetuidad, incluso si eso significa soportar la impopularidad temporal de una sequía de títulos. Es un llamado a valorar la solidez institucional como el más grande y perdurable trofeo de un club de fútbol.