Ruiz Gómez sufrió una fuerte lesión, pese a ello no se operó y anotó el gol de la victoria ante Delfín
El jugador de Emelec contó la situación crítica que está viviendo en Emelec
La historia del futbolista Ruiz Gómez es un testimonio de coraje y compromiso, al decidir postergar una cirugía mayor pese a la gravedad de una lesión en la rodilla, todo en aras de seguir aportando a su equipo. Su sacrificio se hizo evidente cuando, con el dolor a cuestas, logró anotar el gol de la victoria en un crucial encuentro frente al Delfín. Este acto no solo subraya su calidad deportiva, sino también una determinación férrea para anteponer los objetivos colectivos a su bienestar físico inmediato.
El diagnóstico médico para Ruiz Gómez fue contundente y preocupante: "Se me desprendió un pedazo de cartílago de la rodilla". Una lesión de esta naturaleza suele requerir una intervención quirúrgica inmediata para evitar mayores daños y asegurar una recuperación óptima. Sin embargo, el jugador optó por una vía más arriesgada y dolorosa, priorizando su presencia en la cancha al menos hasta el fin de año.
Al describir su situación, el jugador no ocultó la crudeza del momento, reconociendo que "La situación es crítica. No es fácil." Estas palabras reflejan la batalla personal que libra día a día, enfrentando el dolor y la limitación física que impone la pérdida de una parte esencial de la articulación. Su decisión de "esperar a diciembre para operarme" demuestra una planificación estratégica en la que el final de la temporada o una pausa programada se convierten en la ventana ideal para la intervención.
El origen de la molestia, según el propio Ruiz Gómez, parece haber sido repentino y sin un impacto o golpe específico en un entrenamiento con contacto. "No entrenamos dos días y solo sentí, se lo dije a los chicos", comentó, sugiriendo que la dolencia pudo ser la manifestación aguda de un desgaste o una debilidad preexistente. Este tipo de lesiones por desprendimiento de cartílago a menudo se relacionan con microtraumatismos acumulados o movimientos que generan una cizalla sobre la superficie articular.
A pesar de la seriedad de su estado y del evidente riesgo de empeorar la lesión, la meta de Ruiz Gómez es clara: "Esperamos que se solucione rápido." Con la convicción de que el tiempo de espera valdrá la pena por los resultados del equipo, el futbolista se mantiene enfocado en su recuperación diaria y en su aporte en el campo, asumiendo una gestión del dolor y del riesgo que resulta admirable, aunque médicamente desaconsejable a largo plazo.
En definitiva, la épica actuación de Ruiz Gómez con una lesión de cartílago en la rodilla es un ejemplo de la pasión y el sacrificio que a veces se exige en el deporte de alta competición. Su gol ante Delfín, anotado en condiciones extremas, lo convierte en un símbolo de la resiliencia y el espíritu de lucha, esperando que su valentía no le pase una factura demasiado alta una vez que llegue la fecha límite que se ha autoimpuesto para pasar por el quirófano.