(VIDEO) Ni en Emelec, la reacción de Rescalvo al ver que Barcelona SC no jugó a nada ante Aucas
El entrenador de BSC irreconocible, lanzó una botella de agua al suelo, visiblemente enojado
La Furia Incontenible de Ismael Rescalvo
La humillante derrota de Barcelona SC en casa ante Aucas, acompañada de un estadio Monumental casi vacío, desató la furia de su entrenador, Ismael Rescalvo. La escena de su enojo se hizo viral: en un momento de frustración total, el director técnico se mostró "irreconocible" y lanzó una botella de agua con violencia al suelo, un gesto que capturó la profunda desesperación y vergüenza que sentía al ver a su equipo incapaz de generar juego y reacción ante el rival.
Un Rendimiento "Nulo" y el Fantasma Emelec
El motivo de la ira de Rescalvo no fue solo la derrota, sino la absoluta falta de propuesta futbolística de Barcelona. El análisis generalizado es que el equipo "no jugó a nada". Esta situación adquirió una ironía cruel, ya que el técnico venía de dirigir a Emelec, donde a menudo fue criticado por un estilo de juego ineficaz. La prensa y la afición torera usaron el dicho: "Ni en Emelec" se había visto un espectáculo tan pobre, poniendo en perspectiva la gravedad de la crisis y el fracaso de Rescalvo al replicar en BSC los mismos problemas que tuvo en el Clásico del Astillero.
La Presión del Monumental Vacío
El enojo de Rescalvo se magnificó por el desolador contexto. El estadio Monumental lució con una de las peores asistencias de su historia, lo que significaba que ni la afición más fiel confiaba en el equipo. Esta ausencia masiva de hinchas, un voto de censura, sumada al mal desempeño en la cancha, incrementó la presión sobre el entrenador. El lanzamiento de la botella no fue solo un desahogo por el resultado, sino una explosión ante la sensación de que su proyecto se desmoronaba ante la indiferencia de su propia gente.
La Exigencia de un Gigante
La reacción descontrolada de Ismael Rescalvo refleja la enorme exigencia que recae sobre el banquillo de Barcelona SC. En un club donde solo vale el campeonato y el juego vistoso, el desorden táctico y la falta de actitud son inaceptables. Su enojo público es un síntoma de que la relación entre el cuerpo técnico, la directiva y los jugadores está en un punto de inflexión. El gesto de la botella, aunque antideportivo, se convirtió en la metáfora visual de la impotencia y el caos que reinaba en el banquillo.
Un Mensaje Directo a la Dirigencia
El pobre rendimiento y la consiguiente ira de Rescalvo no solo afectan a la plantilla. El escenario es un poderoso mensaje de protesta dirigido a la dirigencia que apostó por su contratación. El Monumental vacío y el fútbol paupérrimo bajo su mando, con el recuerdo aún fresco de su paso por Emelec, subraya la necesidad urgente de una reestructuración. La afición exige un equipo que demuestre compromiso, calidad y, sobre todo, resultados, sin importar quién esté en el banquillo.
¿Un Castigo Irremediable?
Este episodio marca un quiebre para el ciclo de Rescalvo. El performance ante Aucas no solo evidenció que Barcelona SC atraviesa una etapa "desastrosa", sino que también dejó al descubierto el profundo malestar interno del entrenador. Si bien la furia de Rescalvo puede interpretarse como un signo de que le duele la situación, para muchos aficionados es un indicio de que ha perdido el control del vestuario y del rumbo deportivo. La imagen del técnico tirando la botella al suelo se convierte en el símbolo de una crisis que amenaza con devorar el resto de la temporada.