(VIDEO) No hay ni medicinas para los jugadores de Emelec y destaparon lo que encontraron en las duchas del Capwell
El cuadro eléctrico está pasando un calvario, que provocó que los jugadores no entrenen porque aparte no les pagan sus sueldos
La situación del Club Sport Emelec ha escalado a una crisis institucional y operativa de proporciones dramáticas. Las revelaciones del periodista Stéffano Dueñas pintan un panorama desolador que va mucho más allá de los salarios impagos, afectando directamente la salud, la preparación y las condiciones básicas de trabajo del primer equipo y el staff de la institución. Los problemas financieros y administrativos han carcomido la dignidad deportiva en el 'Bombillo'.
El epicentro de la crisis es la falta de pagos, que ha provocado una medida de fuerza inédita por parte del plantel. Según la denuncia, los jugadores tienen sueldos atrasados que, en algunos casos, se extienden hasta por ocho meses, desmintiendo las cifras menores que maneja la directiva. La decisión de no entrenar es vista por los futbolistas como el único recurso de presión para que la dirigencia, encabezada por el presidente Jorge Guzmán, cumpla con sus obligaciones contractuales.
La desesperación ha alcanzado a las altas esferas, donde el propio presidente Guzmán habría planteado una amenaza radical: según Dueñas, Guzmán advirtió que pondría su cargo a disposición si no se logra pagar al menos dos meses de sueldo al plantel de forma inmediata. Este ultimátum refleja la profundidad del caos financiero y la incapacidad de la directiva para cumplir sus compromisos, lo que ha generado una abierta confrontación entre los jugadores y los administradores del club.
La precariedad se extiende a áreas fundamentales para el rendimiento deportivo. Se ha destapado que no hay medicina disponible ni para los partidos ni para los entrenamientos, una situación alarmante que pone en riesgo la salud de los futbolistas. Este colapso logístico se debe, en parte, a que los doctores del club no cobran hace cinco meses, lo que sumado a la falta de pago a las clínicas, impide realizar exámenes médicos esenciales y atender las necesidades básicas del equipo.
Las fallas operativas se reflejan hasta en el mantenimiento del George Capwell. La denuncia señala que los cancheros no están regando los campos de entrenamiento en el estadio. Más impactante aún es la revelación sobre las condiciones sanitarias: en las duchas del Capwell se encontró agua de pozo, lo que plantea serios riesgos de higiene y salubridad para los jugadores. Esta degradación de las instalaciones de uno de los clubes más grandes del país subraya el abandono total.
En esencia, la denuncia de Dueñas expone un club en estado de abandono, donde la directiva ha perdido todo canal de comunicación ("NO hay quien hable con los jugadores") y los héroes del campo se ven obligados a tomar medidas extremas, como el cese de entrenamientos, para exigir un trato digno. La crisis financiera ha minado la infraestructura, la salud, la logística y la moral de Emelec, obligándolo a funcionar bajo condiciones inaceptables para el fútbol profesional.