Para terminar de convencer al Real Madrid que lo fiche, lo que hizo Moisés Caicedo ante el Benfica en Champions League
Los números de Moisés Caicedo fueron brutales, tuvo de hijo a Richard Ríos y borró a toda la media del cuadro portugués
Si el Real Madrid necesitaba una última prueba de fuego para convencerse de fichar a Moisés Caicedo, la actuación del ecuatoriano en el partido de Champions League contra el Benfica fue el examen perfecto. Caicedo no solo brilló; dominó por completo el mediocampo, ejecutando un despliegue de fuerza, técnica y visión que demostró por qué es uno de los mediocampistas más codiciados de Europa. Su rendimiento fue una declaración de intenciones directa a la directiva Merengue: está listo para el Santiago Bernabéu.
Los números del "Niño Moi" en el partido fueron, sencillamente, brutales. Caicedo registró estadísticas élite en casi todas las métricas defensivas y de transición. Su trabajo de recuperación fue incansable, interceptando balones y ganando la mayoría de sus duelos. Esta eficiencia no solo desmanteló los ataques del rival, sino que también aseguró una posesión limpia para el Chelsea. Esta combinación de volumen y calidad es precisamente lo que el Real Madrid busca para su nueva generación de mediocampistas.
Un punto crucial de su dominio fue el duelo personal con el mediocampo del Benfica. En particular, Caicedo tuvo un control absoluto sobre figuras clave como Richard Ríos, a quien, según los analistas, "tuvo de hijo" durante los 90 minutos. Cada intento de Ríos de iniciar el juego o romper líneas era neutralizado por la anticipación o la potencia física del ecuatoriano. Este dominio en el uno contra uno es una cualidad esencial que el Madrid valora para los partidos de alta tensión.
El impacto de Moisés Caicedo trascendió el duelo individual para "borrar a toda la media del cuadro portugués". El Benfica no pudo establecer su habitual juego de pases y control en el centro del campo, viéndose obligado a recurrir a balones largos e imprecisos. La presión constante, la lectura de juego para cortar líneas de pase y la capacidad de pivotar rápidamente de defensa a ataque, hicieron de Caicedo una pared impenetrable que impidió cualquier tipo de fluidez ofensiva del equipo luso.
Con una actuación estelar que combinó números brutales, dominio en los duelos y la anulación del mediocampo rival, Moisés Caicedo ha presentado la evidencia definitiva de su valor. El Real Madrid tiene ahora en video y en estadísticas la prueba de que el ecuatoriano es el tipo de mediocampista integral que puede comandar su mediocampo durante la próxima década. La pelota está ahora en el tejado de Florentino Pérez, quien debe decidir si el "Niño Moi" es la pieza final para completar su maquinaria galáctica.
