Aunque Villamil y Alzugaray hicieron los goles, el jugador de LDU que se llevó los elogios de la prensa argentina
Aunque los dos jugadores fueron fundamentales, lo cierto es que están hablando maravillas de otro crack albo
A pesar de que Gabriel Villamil y Lisandro Alzugaray se robaron los flashes por ser los autores de los goles que encaminaron la victoria de LDU sobre Palmeiras, fue Bryan Ramírez, el jugador que terminó expulsado en los últimos minutos, quien paradójicamente se llevó los elogios más efusivos y unánimes de la prensa deportiva argentina. Este fenómeno resalta la capacidad del joven ecuatoriano de impactar el juego de manera determinante, incluso en un encuentro de altísima tensión como la semifinal de la Copa Libertadores.
La cadena internacional ESPN, con sus analistas argentinos, fue particularmente efusiva en destacar el rendimiento de Ramírez. En el debate post-partido, el consenso fue que, más allá de la irresponsable tarjeta roja final, el extremo/lateral de LDU había sido el "mejor jugador del partido" por su capacidad de desequilibrio individual. El jugador, que había ingresado desde el banquillo, revivió el ataque albo con una intensidad que el once inicial no había podido sostener durante los 90 minutos.
El principal aspecto elogiado fue su fulminante combinación de rapidez y potencia. Los periodistas argentinos resaltaron cómo Ramírez se convirtió en una pesadilla constante para la defensa de Palmeiras, especialmente para los laterales, que no podían contener sus vertiginosas incursiones por la banda. Su energía renovada, en un momento donde los jugadores del Verdão estaban ahogados por la altura de Quito, fue un factor clave para que LDU mantuviera la presión y la generación de peligro.
El término "desequilibrio" fue la palabra clave utilizada por la prensa para describir su actuación. Se destacó la habilidad de Ramírez para eludir marcas en el uno contra uno, rompiendo líneas y abriendo espacios que permitieron la gestación de las jugadas de gol o, al menos, generaron faltas que descongestionaron el medio campo de LDU. Su juego vertical fue considerado como un arma letal y fundamental para superar tácticamente a la sólida defensa planteada por el DT Abel Ferreira.
Los elogios cobraron mayor relevancia al ser pronunciados justo después de la mancha de la expulsión. La prensa argentina, conocida por su rigor, se vio obligada a separar el análisis futbolístico de la indisciplina. Reconocieron que, aunque la tarjeta roja es un error grave que le costará la final a LDU si clasifica, esta acción no podía opacar la brillante demostración de talento y coraje que Ramírez ofreció en la cancha, validando su apodo de "desequilibrante" en el contexto más exigente.
La actuación de Bryan Ramírez en el Rodrigo Paz Delgado se inscribió como una dualidad: el mejor jugador del partido por su impacto ofensivo y el villano por su irresponsabilidad disciplinaria. La prensa argentina, a través de ESPN, dejó un veredicto claro: LDU ganó gracias a una actuación coral excelente, con goles de Villamil y Alzugaray, pero el factor de mayor desbalance, la llave que abrió los cerrojos de Palmeiras, fue el atrevimiento, la rapidez y el desequilibrio incesante del joven y polémico Bryan Ramírez.