El lloro de los brasileños luego que Liga de Quito liquidó al Palmeiras en apenas 45 minutos en Casa Blanca
En Brasil, la prensa especialmente, está bastante molesta luego de la goleada que se llevó Palmeiras de Quito
La estrepitosa derrota de Palmeiras ante LDU en el Estadio Rodrigo Paz Delgado, con un marcador abultado antes de la finalización del primer tiempo, desató una ola de frustración y un clásico "lloro" en los medios y la hinchada brasileña. El equipo, uno de los más poderosos de la Copa Libertadores, fue liquidado por la velocidad y contundencia de Liga de Quito en apenas 45 minutos. Esta humillación deportiva reavivó la eterna y controversial queja sobre la altitud de la capital ecuatoriana, señalada como la principal culpable de la debacle.
El argumento principal que emergió desde Brasil para justificar la paliza se centró en los 2850 metros sobre el nivel del mar en los que se encuentra Quito. Reporteros, comentaristas e incluso algunos jugadores, aunque con más discreción, recurrieron al factor geográfico para explicar la inusual debilidad de Palmeiras. Afirmaron que los jugadores, no acostumbrados a estas condiciones, terminaron visiblemente ahogados y con una notoria pérdida de potencia para correr y reaccionar.
Las quejas no se limitaron a la dificultad de respirar. La prensa brasileña enfatizó cómo la altura afecta la velocidad y el control del balón, dos aspectos en los que Palmeiras suele ser dominante. Argumentaron que el ritmo frenético impuesto por LDU en la primera mitad, sumado a la menor densidad del aire, provocó un desgaste físico descomunal en los jugadores del Verdão, quienes veían cómo sus pases se hacían imprecisos y su despliegue físico se desvanecía en cuestión de minutos.
Este "lloro" fue interpretado por la afición y prensa ecuatoriana como un intento de restarle mérito a la brillante actuación de Liga de Quito. Si bien la altitud es un factor innegable, se señaló que el resultado fue, ante todo, una consecuencia directa del excelente planteamiento táctico de LDU, su intensidad ofensiva con jugadores como Bryan Ramírez y la contundencia para materializar las oportunidades que generaron en el momento oportuno.
La queja brasileña sobre la necesidad de que no se debería jugar a esta altura en competiciones Conmebol es un tema recurrente cada vez que sus equipos sufren derrotas en Quito, La Paz o Bogotá. Esta vez, la contundencia de la derrota —con tres goles en contra en la primera mitad— le dio más fuerza al reclamo, pues el contraste entre el poderoso Palmeiras y el equipo agotado que se vio en el campo de juego era dramático.
