Mal perdedor, esta fue la condición que hizo Ismael Rescalvo para ir a rueda de prensa luego que IDV aplastó a BSC
El entrenador español solamente pidió que le hicieron 3 preguntas y nada más, esto por "falta de tiempo", según Alberto Molestina
La paliza de Independiente del Valle (IDV) sobre Barcelona Sporting Club en el Monumental no solo expuso las falencias del equipo en cancha, sino también una actitud cuestionable del director técnico, Ismael Rescalvo, fuera de ella. Tras la dolorosa derrota, el entrenador español debía cumplir con la obligación de asistir a la rueda de prensa post-partido, pero, según reportes periodísticos, lo hizo bajo una condición que desató críticas y lo tildó de "mal perdedor" por su aparente intento de evadir la rendición de cuentas.
En el fútbol de alta competencia, la rueda de prensa es el momento en que el entrenador debe afrontar las preguntas de la prensa y, de manera indirecta, ofrecer explicaciones a la afición. Tras una derrota tan humillante, la expectativa por escuchar a Ismael Rescalvo era máxima. No obstante, en lugar de mostrarse abierto y autocrítico, el técnico habría impuesto una limitación estricta al diálogo, un gesto interpretado como un intento de huir del escrutinio público.
El periodista deportivo Alberto Molestina fue uno de los que reportó la inusual condición impuesta por el cuerpo técnico de Barcelona SC. Según su relato, Ismael Rescalvo solamente pidió que le hicieran tres preguntas y nada más. Esta limitación drástica al flujo de información generó asombro y molestia, pues en un contexto de crisis y con tantos temas por abordar (la goleada, la actitud de los jugadores, su continuidad), la restricción era inaceptable.
Para justificar la exigencia de las tres preguntas, la excusa manejada por el entorno de Rescalvo fue la supuesta "falta de tiempo". Sin embargo, este argumento sonó hueco para muchos, ya que una rueda de prensa reducida a solo tres cuestionamientos insinúa más una estrategia de protección que una limitación logística. La prensa consideró que el técnico estaba buscando minimizar su exposición tras la debacle y evitar preguntas incómodas sobre su gestión.
Esta actitud de limitar la interacción con la prensa inmediatamente le ganó a Ismael Rescalvo el rótulo de "mal perdedor". Un entrenador de un club de la magnitud de Barcelona SC debe mostrar temple no solo en la victoria, sino, especialmente, en la derrota. La percepción fue que el técnico estaba evadiendo su responsabilidad por la goleada y que su falta de disposición para dialogar aumentaba la distancia con la prensa y la hinchada, quienes esperaban una muestra de mea culpa y una explicación seria.
El episodio de la rueda de prensa es un reflejo de la crisis institucional y deportiva que vive Barcelona SC. No solo el equipo no da la talla en la cancha, sino que su entrenador muestra una actitud defensiva y poco transparente fuera de ella. Al intentar controlar el discurso y limitar las preguntas, Rescalvo solo logró magnificar el impacto de la derrota, sumando una capa de controversia sobre su ya cuestionada continuidad al frente del Ídolo tras la humillación que les propinó IDV.
