No lo podían creer, filtraron lo que dijeron los de Palmeiras en el camerino tras el baile que les metió LDU
El verdao no había recibido tantos goles ni mucho menos había perdido en la Copa Libertadores
La categórica victoria de Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDU) por 3-0 sobre Palmeiras en la semifinal de ida de la Copa Libertadores fue un auténtico baile futbolístico que resonó profundamente en el vestuario del equipo brasileño. Según reportes de la prensa, incluyendo a ESPN Brasil, la actuación del equipo ecuatoriano dejó a los jugadores Verdiblancos en un estado de shock y total incredulidad ante lo ocurrido en el campo del Estadio Rodrigo Paz Delgado.
Internamente, la reacción fue de estupefacción. La goleada encendió todas las alarmas en el seno del Verdão, y la gran pregunta que se repitió una y otra vez entre los futbolistas, según las filtraciones, fue: "¿cómo pudo pasar esto?". El resultado no solo fue doloroso, sino que el desarrollo del partido, con un LDU dominante, rápido y efectivo, pulverizó las expectativas y la solidez que se le presume a un bicampeón de América como Palmeiras.
Uno de los factores que, se analizó, tuvo un impacto significativo en la desastrosa actuación fue la temida altitud de Quito. Aunque los clubes brasileños siempre buscan minimizar su efecto, la realidad es que muchos jugadores de Palmeiras sintieron de manera notoria la falta de oxígeno, lo que se tradujo en una alarmante lentitud en la toma de decisiones, una clara merma física y una incapacidad para seguir el ritmo vertiginoso que impuso el equipo dirigido por Tiago Nunes.
Además del factor geográfico, el análisis en el vestuario se centró en la falla táctica. Los jugadores admitieron que las estrategias y el plan de juego que habían preparado bajo las órdenes de Abel Ferreira simplemente "no funcionaron" o se desmoronaron ante la presión y la intensidad del rival. LDU neutralizó las transiciones de Palmeiras y expuso las vulnerabilidades defensivas en las bandas, haciendo que las ideas preconcebidas no pudieran implementarse con eficacia.
La goleada también representó una de las peores actuaciones en la 'Era Abel Ferreira' en Copa Libertadores. El entrenador portugués, conocido por su meticulosidad y mentalidad ganadora, tuvo que gestionar un camerino atónito y visiblemente golpeado, sabiendo que el 3-0 no solo es una losa pesada, sino un golpe de autoridad que LDU propinó a uno de los grandes favoritos del torneo continental.
Ahora, con la herida abierta, el reto de Palmeiras es mayúsculo. La filtración de la incredulidad en el vestuario subraya la magnitud de la hazaña Alba. El equipo brasileño deberá encarar la vuelta en São Paulo con la obligación de realizar una remontada épica, dejando atrás el baile y el shock de la ida, y transformando esa atónita pregunta en el vestuario en una motivación para revertir la historia.