¿Qué Barcelona SC los golee pero que Liga de Quito gane la Libertadores? Los hinchas albos no dudaron y respondieron

La pasión en el fútbol ecuatoriano, especialmente entre los hinchas de Liga de Quito (LDU) y Barcelona SC (BSC), se mide con la vara de la gloria continental. La hipotética y extrema pregunta de si preferirían ver a su archirrival, Barcelona, golearlos a cambio de que su equipo, LDU, gane nuevamente la Copa Libertadores, desató un torrente de respuestas que revelan la verdadera jerarquía de prioridades en el alma del hincha albo: la gloria internacional está por encima de cualquier rivalidad local.

La respuesta de los seguidores de Liga de Quito fue prácticamente unánime y contundente: "¿Dónde firmamos?". Este sentir, expresado con fervor en redes sociales y foros deportivos, subraya la profunda ambición del club 'Albo' y su afición por seguir sumando títulos internacionales. Para los liguistas, la chance de levantar el trofeo más prestigioso del continente, el mismo que ya conquistaron en 2008, representa un hito que eclipsa cualquier resultado negativo en el Clásico del Astillero, incluso una humillante goleada.

Esta elección es un reflejo directo del estatus que LDU se ha forjado en el ámbito sudamericano: el de "Rey de Copas" ecuatoriano. Los títulos internacionales, entre ellos la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y las Recopas, son el mayor orgullo de la institución y su principal herramienta de distinción sobre su eterno rival, Barcelona SC, que si bien ostenta el récord de finales jugadas, aún no ha podido coronarse campeón continental. Este historial es el que permite a la hinchada "sacrificar" un partido local por la máxima gloria.

El hincha de Liga de Quito demuestra una perspectiva enfocada en el legado y la trascendencia histórica. Una goleada, por dolorosa que sea, es un resultado que se olvida o se mitiga con el tiempo; en cambio, una Copa Libertadores se inscribe a fuego en la historia del club y en el palmarés personal de la afición. El trofeo continental es la moneda de cambio indiscutible, la evidencia de que el equipo ha superado las fronteras nacionales para instalarse en la élite sudamericana.

La broma o el dilema, aunque irreal, sirve como un termómetro de la mentalidad que prevalece en la rivalidad. Mientras que para la hinchada de Barcelona SC, ganar a LDU, especialmente en su casa, ha sido históricamente una obsesión, para el liguista, el enfoque se ha desplazado hacia el ámbito internacional. La posibilidad de que BSC los golee resulta ser un "mal menor" totalmente asumible y hasta deseable si la recompensa es la alegría indescriptible de una nueva conquista libertadora.

En conclusión, la respuesta de los hinchas de Liga de Quito al controversial escenario es un eco de su historia y sus ambiciones: la Copa Libertadores es la joya de la corona y no tiene precio. La rivalidad con Barcelona SC es intensa y vital, pero queda relegada a un segundo plano cuando la oportunidad de añadir otra estrella continental al escudo se pone sobre la mesa. La inmensa mayoría de los albos no dudaría en ver a su equipo pasar por la adversidad local a cambio de la gloria eterna.