Volvió a ilusionar a la hinchada de LDU ante el Cuenca y lo que hicieron Alexander Alvarado en el Rodrigo Paz
El 10 del Pueblo está recuperando su mejor versión y se notó contra el Deportivo Cuenca en la Copa Ecuador
El estadio Rodrigo Paz Delgado fue testigo de un momento emotivo y significativo que subraya la naturaleza volátil pero apasionada de la hinchada de Liga de Quito. Alexander Alvarado, un jugador que ha pasado por altibajos en su rendimiento, recibió una clara muestra de apoyo cuando el director técnico Tiago Nunes decidió sustituirlo en un partido reciente. Este gesto de la afición demuestra que el extremo ha logrado reconectar con la tribuna gracias a su creciente nivel en el campo de juego.
Durante un tiempo, Alexander Alvarado fue objeto de críticas, enfrentando momentos personales y deportivos difíciles que incluso lo llevaron a un bajón en su rendimiento. Sin embargo, bajo la conducción del estratega brasileño Tiago Nunes, Alvarado ha encontrado una consistencia y un rol clave en el esquema del equipo. Su resurgimiento no es casualidad; ha trabajado en la parte psicológica y ha logrado potenciar sus virtudes, volviendo a ser el jugador determinante que la afición alba anhelaba.
El momento cumbre de este resurgimiento ante la hinchada ocurrió cuando Tiago Nunes decidió realizar la sustitución. Generalmente, un cambio genera una reacción mixta o de indiferencia, pero en el caso de Alvarado, la atmósfera en el Rodrigo Paz se encendió. Los aficionados, reconociendo el esfuerzo y la mejoría del jugador, lo despidieron con una fuerte ovación y aplausos, un acto de respeto y cariño que contrasta con las críticas que enfrentó en el pasado.
Más allá del aplauso general, lo que hizo el momento aún más especial fue que la hinchada se unió en un cántico coreando el nombre de Alexander Alvarado. Este coro es la máxima muestra de afecto y aprobación que puede recibir un futbolista en Ponciano, confirmando que el jugador no solo ha mejorado su estadística individual, sino que ha logrado volver a "ilusionar" a la afición con su entrega, desequilibrio y participación en el ataque.
La subida de nivel de Alvarado se traduce directamente en su importancia dentro del plan de juego de Tiago Nunes. El volante se ha consolidado como un elemento fundamental, ya sea como extremo, volante ofensivo o enganche, aportando goles, asistencias y velocidad por la banda. Este rendimiento constante es lo que justifica la reacción de la hinchada, que entiende que la salida del campo de un jugador tan influyente es por estrategia, no por bajo rendimiento.