Barcelona SC era humillado contra IDV en el Monumental y el jugador que molestó porque caminaba en la cancha

Ya parecía que no tenía ánimos de darle la vuelta al 3 a 0 en el 2do tiempo, porque no corría. Se trata de Jean Carlos Montaño

Barcelona SC / Foto: API
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La goleada que sufrió Barcelona Sporting Club ante Independiente del Valle (IDV) en el Estadio Monumental fue un golpe duro para el equipo, la directiva y, sobre todo, para la hinchada. La humillación de un 3 a 0 en el segundo tiempo reflejó no solo la superioridad táctica del rival, sino también una preocupante falta de actitud y compromiso en varios jugadores del cuadro Torero. Las cámaras y la afición identificaron rápidamente a un futbolista que parecía haber bajado los brazos.

Con el marcador ya abultado, la esperanza de una remontada épica se desvanecía rápidamente. En ese contexto de profunda frustración, los ojos de los aficionados se posaron en aquellos que aún mostraban garra y en aquellos que no. Entre estos últimos, se señaló a Jean Carlos Montaño, un jugador que, en lugar de intensificar el ritmo en busca de un milagro, parecía tener una actitud desganada que contrastaba con la desesperación del resultado.

La crítica más fuerte hacia Jean Carlos Montaño se centró en su visible falta de esfuerzo físico. Se observó que el jugador "caminaba en la cancha" o trotada sin convicción, en momentos donde la intensidad y la presión debían ser máximas para intentar revertir la paliza. Esta imagen de desidia fue interpretada por la hinchada como una falta de compromiso ante la camiseta, un pecado imperdonable en un club con la exigencia de Barcelona SC.

El contraste entre el esfuerzo de algunos y la apatía de otros se hizo evidente con el 3 a 0 en contra. Para Montaño, parecía que la goleada había agotado su ánimo para darle la vuelta al resultado. En el segundo tiempo, donde se necesitaba un motor extra, su desempeño físico transmitía que el partido estaba perdido, lo que encendió las alarmas sobre su mentalidad en situaciones adversas y puso en tela de juicio su deseo de luchar hasta el último minuto.

La conducta de Jean Carlos Montaño resonó con especial dureza debido a la historia de Barcelona SC. El club exige a sus jugadores una entrega total hasta el pitazo final, independientemente del marcador. La "garra" y el "corazón" son valores intrínsecos del equipo, y la percepción de que un jugador no corría ni se esforzaba con la intensidad requerida, especialmente en un clásico contra un rival directo como IDV, fue el detonante de la molestia generalizada.

El episodio de la humillación ante IDV y el señalamiento a jugadores como Jean Carlos Montaño debe servir como un punto de inflexión para el club. La directiva y el cuerpo técnico deberán evaluar si la falta de actitud en momentos críticos es un problema aislado o si es sintomático de una plantilla que ha perdido la motivación. El jugador, por su parte, enfrenta la presión de demostrar que su accionar fue un error de un mal día y no una constante, si es que desea recuperar la confianza de la exigente hinchada Torera.

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