IDV vacunó a Barcelona SC en el Monumental y Rescalvo bajó los brazos, mira lo que hizo desde el minuto 80
El cuadro Rayado venció al Ídolo y ya con el marcador en contra, el español se fue a sentar al banco y no dio más instrucciones
La contundente victoria de Independiente del Valle (IDV) sobre Barcelona Sporting Club en el Estadio Monumental fue más que una simple derrota para el equipo Torero; fue una lección que expuso debilidades en el cuerpo técnico. Con el marcador en contra y el tiempo agotándose, la imagen más comentada y criticada no fue la de un jugador en la cancha, sino la del entrenador Ismael Rescalvo, cuya reacción en los minutos finales pareció reflejar una rendición tácita.
La superioridad de IDV en el Monumental fue innegable, con un marcador que se selló con una goleada que resonó en Guayaquil. Lo que más preocupó no fue solo el resultado, sino la falta de respuesta táctica por parte de Barcelona SC. A medida que el tiempo transcurría y el equipo de Rescalvo no lograba descifrar el planteamiento rival, la frustración se hizo palpable, culminando en un momento que ilustró la impotencia total del cuerpo técnico.
El punto álgido de la polémica llegó alrededor del minuto 80 del partido. Con la goleada ya consumada y la remontada siendo una quimera, Ismael Rescalvo realizó un gesto que fue interpretado como un "bajar los brazos" definitivo. El técnico español, que hasta ese momento había estado en el área técnica dando instrucciones, tomó la decisión de retirarse y sentarse en el banco de suplentes. Este acto, en un momento donde un entrenador debe mostrar liderazgo hasta el final, fue un claro símbolo de claudicación.
Lo más reprochable del gesto fue lo que le siguió: el entrenador no volvió a dar más instrucciones a sus jugadores desde el área técnica. En los minutos finales, cuando el equipo debía al menos mostrar orgullo y orden para evitar un marcador peor, Rescalvo optó por el silencio, dejando a sus futbolistas a su suerte en el campo. La prensa y la afición interpretaron que el español "ya no dio más", aceptando la derrota antes del pitazo final y evidenciando una desconexión emocional con el desarrollo del partido.
En el fútbol de alta competencia, el lenguaje corporal del entrenador es crucial. La imagen de Rescalvo sentado y sin gesticular en los minutos finales envió un mensaje de derrota total, no solo al rival, sino a su propio plantel. Para los aficionados, este comportamiento fue inaceptable, pues esperaban ver a su entrenador peleando cada segundo y motivando a sus jugadores a minimizar el daño. La actitud del español fue vista como una falta de combatividad que un técnico de Barcelona SC no puede permitirse.
El gesto de Rescalvo en el minuto 80 se ha convertido en un argumento central para aquellos que cuestionan su continuidad en Barcelona SC, a pesar de que la directiva decidió mantenerlo. Si bien la derrota ante IDV fue dura, la reacción del entrenador en los momentos de mayor adversidad es lo que más ha calado en el imaginario colectivo. El español está ahora obligado a demostrar que su "rendición" fue un momento de frustración aislado y no un signo de debilidad en su proyecto, pues la afición y la prensa estarán muy atentas a su actitud en las próximas batallas.